Atender obesidad cuesta 650 mmdp

En México, 9 de cada 10 escuelas venden comida chatarra

Organizaciones dicen que 1 de cada 4 niños tienen sobrepeso; presentan amparo contra la SEP para prohibir su comercialización

A pesar de que la venta de comida chatarra está prohibida en las escuelas debido a que contribuye a que los menores padezcan obesidad y sobrepeso, actualmente 98 por ciento de los colegios en el país oferta alimentos ultraprocesados como frituras, dulces, helados, bebidas azucaradas y refrescos que impactan de manera negativa la nutrición de los menores, alertaron El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia (Redim).

En conferencia, Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable de El Poder del Consumidor, explicó que el consumo de alimentos chatarra provoca que actualmente uno de cada cuatro niños y adolescentes vivan con obesidad y sobrepeso; además de que en las últimas tres décadas este padecimiento ha aumentado 120 por ciento en la población infantil y se proyecta que de no disminuir el consumo de estos productos, para 2030, 7 millones de menores en México tendrán esta problemática de salud.

Señaló que por si esto fuera poco, actualmente 50 por ciento de los niños y adolescentes que ya presentan problemas de obesidad, desarrollará diabetes en la vida adulta y tendrán cuatro años menos de esperanza de vida en comparación de sus padres, madres o cuidadores.

Esto, dijo, sin contar que atender el problema de la obesidad y el sobrepeso infantil también genera gastos millonarios al Estado mexicano, pues cada año le cuesta alrededor de 650 mil millones de pesos.

“Sabemos que el problema de obesidad infantil es un tema multifactorial que necesita entenderse de forma integral; sin embargo, hay muchos estudios que han evidenciado también que modificar los entornos alimentarios, que están caracterizados por una disponibilidad excesiva de alimentos ultraprocesados están relacionados también con el aumento de sobrepeso y obesidad, especialmente en niños, niñas y adolescentes”, mencionó.

En este sentido, Liliana Bahena destacó que no es casualidad que nuestro país sea uno de los principales consumidores de productos ultraprocesados en América Latina, ya que al año se consumen 216 kilogramos de alimentos chatarra. Y asimismo, entre 185 países del mundo, México está entre las 25 naciones que presenta mayor población infantil con obesidad.

“Hemos registrado el impacto que tienen los alimentos y las bebidas que se venden en las escuelas públicas del país y el consumo de estos productos es de más de 500 calorías por alumno en promedio, esto es un grave impacto, porque estamos hablando de consumos fuera del desayuno, comida y cena. Más de 500 calorías sería más de la tercera parte del requerimiento diario (para un niño), tan sólo hemos mencionado que un consumo de más de 100 calorías extras diariamente, puede significar en el aumento de varios kilos de peso al año, hay que considerar que nuestra población infantil se encuentra en los primeros lugares de sobrepeso y obesidad a nivel internacional”, declaró Alejandro Calvillo, integrante de El Poder del Consumidor.

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Gráfico
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Ante este panorama, presentaron un amparo en contra de la Secretaría de Educación Pública (SEP) por no publicar los lineamientos para prohibir la venta de productos con sellos de advertencia y alimentos no sanos dentro de las escuelas, toda vez que el pasado 17 de junio se cumplió el plazo para su entrada en vigor.

Liliana Bahena detalló que en diciembre del año pasado se reformó la Ley General de Educación para prohibir la venta de estos productos; la reforma obligaba a la SEP a que, en un plazo no mayor a 180 días, debía publicar los nuevos lineamientos sobre los cuales se determinaría cuáles alimentos no se podrían vender dentro y fuera de las escuelas.

Por su parte, Javier Zúñiga, coordinador del área legal de El Poder del Consumidor, sostuvo que desde hace 15 años, la SEP y la Secretaría de Salud publicaron lineamientos para la venta y distribución de alimentos y bebidas en las escuelas que combatieran el sobrepeso; sin embargo, la industria alimentaria ha retrasado esta política dejando vacíos legales en la regulación, como la falta de monitoreo, vigilancia y sanciones, ocasionando que los instrumentos fueran inoperables, ya que desde un principio se le permitió en el diseño de los mismos.

“En el momento en que la SEP no publica estos lineamientos el 17 de junio, nos encontramos frente a una omisión de la SEP, que no sólo representa una violación a la ley, sino que al permitir que se sigan vendiendo productos chatarra dentro de las escuelas se hacen serias violaciones a sus derechos a la salud, alimentación y educación”, comentó.