El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advirtió que la economía mexicana está al borde de una recesión por factores internos, como decisiones políticas que enturbian el ambiente de negocios, y otros externos, entre ellos el rebrote de casos de Covid-19 en China, la guerra Rusia-Ucrania y la posible contracción en Estados Unidos.
El presidente nacional del IMEF, Alejandro Hernández Bringas, señaló que el ambiente económico para 2023 se percibe mucho más débil que este año, con una fuerte desaceleración a un crecimiento de 1.2 por ciento, desde el 3.0 por ciento proyectado para el cierre del presente año.
En su última conferencia en el cargo —ya que a partir del 1 de enero del 2023 será relevado como presidente nacional del IMEF por José Domingo Figueroa Palacios— consideró que el 1.2 por ciento estimado por el organismo para el año próximo se percibe más realista que 3.0 por ciento pronosticado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Hernández Bringas apuntó que en el entorno doméstico, una preocupación constante para la economía mexicana es la relacionada con decisiones políticas que enturbien el ambiente de negocios, como fue la aprobación en el Congreso de diversas medidas que modifican la regulación electoral, el llamado Plan B o recientemente la propuesta para permitir el cabotaje aéreo en el país.
“Esto complica considerablemente la operación a empresas mexicanas, perdiendo la oportunidad de obtener beneficios para los consumidores nacionales si se negociara de forma simétrica con otros países”, señaló.
A nivel internacional, apuntó, otros factores que ponen a México al borde de la recesión es la desaceleración prevista para la economía de Estados Unidos que conlleva el riesgo de convertirse en una recesión y que podría frenar el ritmo del comercio externo de nuestro país, que hasta el momento ha sido uno de los motores encendidos en la reactivación de la economía.
Asimismo, los efectos de la guerra de Rusia contra Ucrania, así como los fuertes rebrotes de Covid-19 que se están presentando nuevamente en China, factor que aún no ha sido considerado en el pronóstico de crecimiento del IMEF para el año próximo.
Ante ello, afirmó, “estamos al borde de una recesión, entre esa desaceleración y un escenario de recesión no habría mucha distancia”, ya que el consenso de analistas anticipa que el crecimiento económico para 2023 será alrededor de 1.0 por ciento.
El aún presidente nacional del IMEF afirmó que la inflación es uno de los riesgos más importantes que inhiben el crecimiento económico del país, ya que si bien se anticipa un descenso importante, de 8.4 por ciento este año a 5.1 por ciento en 2023, el índice general sigue muy por arriba de la meta oficial del 3.0 por ciento,
Añadió además que preocupa la próxima “cuesta de enero”, ya que habrá que estar pendientes de si se perciben efectos derivados del incremento de 20 por ciento a los salarios mínimos al inicio de año y en los meses posteriores; ya que si repunta, el Banco de México tendría que seguir aumentando la tasa de referencia para contener la escalada de precios para evitar que eche raíces.