La economía mexicana está navegando “muy bien” el incierto entorno económico mundial y ha comenzado a beneficiarse del nearshoring; sin embargo, para aprovechar plenamente su potencial es necesario hacer frente a desafíos importantes, entre ellos los bajos ingresos tributarios, la menor productividad, las elevadas desigualdades y un crecimiento por debajo de su potencial, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“El crecimiento de México ha demostrado ser resiliente y el nearshoring está generando nuevas oportunidades, con un crecimiento apoyado en la demanda interna respaldado por un mercado laboral fuerte, una tendencia al alza de la inversión y un dinamismo continuado en el desempeño de las exportaciones”, expuso el secretario general del organismo internacional, Mathias Cormann.
“Sin embargo, para aprovechar plenamente el potencial de crecimiento futuro de México son necesarias reformas estructurales que aborden desafíos preexistentes, para impulsar la productividad y reducir la desigualdad de oportunidades”, añadió.
Las proyecciones, detalló, apuntan a una desaceleración de la economía nacional, con un crecimiento estimado del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.5 por ciento y dos por ciento para 2024 y 2025, frente al 3.2 por ciento del año pasado.
En conferencia de prensa, junto al subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio, para presentar el documento “OCDE estudio económico de México 2024”, Cormann destacó que México tiene la relación impuestos/PIB más baja del organismo.
En su opinión, se necesitan mayores ingresos tributarios para mantener la prudencia fiscal y abordar importantes necesidades de gasto en ámbitos que mejoren la productividad, como educación, infraestructura, transición digital y ecológica, así como la lucha contra la corrupción y el crimen.
Destacó que hay margen para recaudar más ingresos a partir del impuesto sobre la propiedad, los impuestos ambientales y hacer que el sistema tributario sea más eficaz y progresivo mediante la reducción de las deducciones fiscales que beneficien a los más ricos.
El líder de la OCDE que, en este escenario de bajos ingresos, los gastos de la pensión no contributiva (adultos mayores) presionan al presupuesto, el cual va a crecer de forma importante a partir de la siguiente década.
El organismo también señaló que México tiene un gran potencial para atraer inversiones de empresas que buscan reubicar sus operaciones en América del Norte. “Ésta es también una oportunidad importante para difundir los beneficios del comercio en todo el país, integrar más fuertemente a las pequeñas y medianas empresas en el comercio y crear más y mejores vínculos en las cadenas de valor.
Para aprovechar plenamente estas oportunidades será necesario hacer frente a la baja productividad, la transición a las energías renovables y la mejora de la gestión del agua.
Añadió que la oferta de vivienda ha aumentado, pero la calidad es baja, pues alrededor de una de cada cuatro viviendas tiene un material de construcción deficiente, está hacinada o carece de servicios básicos.
“La compra de una vivienda es un reto para los hogares de ingresos bajos y medios. Las políticas públicas de vivienda se han vuelto más dirigidas hacia los hogares de bajos ingresos”, dijo.
Ante ello, la OCDE realizó una serie de observaciones al país, entre las que destacan condicionar cualquier apoyo adicional a que Pemex implemente una estrategia transparente y creíble para mejorar su su historial de ESG y alinear la gobernanza de todas las empresas estatales con las directrices de la OCDE sobre Gobierno Corporativo de las Empresas Estatales.
“Pemex es un gran pasivo contingente para el Gobierno. A pesar del entorno favorable de los precios del petróleo y del continuo apoyo del Gobierno, su situación sigue siendo difícil, ya que se enfrenta a un flujo de caja libre negativo y a grandes necesidades de refinanciación”, expuso.
También sugiere mantener la política monetaria restrictiva para garantizar que la inflación disminuya de forma duradera hacia su objetivo; hacer que la política fiscal sea menos expansiva enfocando el aumento del gasto social y las medidas de apoyo energético a los hogares de bajos ingresos y basando los proyectos de inversión pública en un análisis sólido de costos y beneficios y aumentar gradualmente el gasto público en ámbitos que mejoren la productividad, como la educación, la transición digital y ecológica y la lucha contra el crimén.
La 4T responde
Durante el evento, Gabriel Yorio aseguró que el presupuesto público se ha gestionado de manera responsable, invirtiendo en programas y proyectos diseñados para mejorar el bienestar de las familias mexicanas, especialmente aquellas con bajos ingresos. “Esta administración ha logrado superar la falsa dicotomía de elegir entre financiar el gasto social o la inversión en infraestructura”, expuso.
Sobre el tema de los bajos ingresos, señaló que, con las medidas implementadas durante este sexenio, se logró un incremento en la recaudación en 1.5 puntos del Producto Interno Bruto.
Sin embargo, reconoció que México aún tiene un margen adicional de ingresos tributarios, de alrededor de tres puntos del PIB, si sigue una estrategia basada en inteligencia fiscal-financiera que aumente su eficiencia recaudatoria.