El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, reconoció que a la economía mexicana le ha costado trabajo alcanzar los niveles que tenía previo a la pandemia de Covid-19, debido a la fuerte caída de 8.3 por ciento que registró en 2020, y para alcanzar la plena recuperación se necesita más “tiempo”.
Durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA 2022, informó que en el primer trimestre de 2022, el nivel del Producto Interno Bruto (PIB) se encontró con una recuperación de 98 por ciento del nivel prepandemia.
“Nos ha costado trabajo alcanzar el nivel prepandemia por la fuerte caída que tuvimos en 2020, y después la falta de cadena de suministro en las industrias que son las que más rápido responden a las caídas del PIB en la etapa de recuperación”, agregó.
El encargado de las finanzas públicas dijo que la economía mexicana “no está en una situación ideal para una gran crisis, como la que tuvimos en 2020, pero es una economía bastante diversificada que puede echar manos de diferentes sectores”.
Mencionó que los sectores que más impulsaron la economía fueron la manufactura, el comercio y los servicios de transporte, además el crecimiento económico regional continúa avanzando.
Indicó que hay nueve entidades de la Federación que recuperaron su nivel prepandemia en 2021, destacando Baja California y Tabasco con crecimientos durante seis trimestres al hilo; 19 entidades registraron en 2021 un crecimiento económico anual por encima del nacional, de 4.8 por ciento, como Nayarit y Quintana Roo.
Destacó que la inversión, “lo más difícil”, da señales de recuperación y se observan efectos por la repatriación de planta en Asia, Norteamérica y México, en concreto.
La Inversión Extranjera Directa en el primer trimestre registró el mayor nivel para un mismo periodo desde que se tiene registro, y destacan las nuevas inversiones con un máximo histórico de ocho mil 792 millones de dólares para dicho lapso, anotó.
“Necesitamos más espacio de tiempo para alcanzar plena recuperación en todos estos sectores, trimestres que a veces se han visto afectados por un incidente o por otro, ya sea epidemia, de pandemia, o algún otro incidente, como ustedes ya lo saben”, dijo Ramírez de la O.
Antes, durante el evento conmemorativo del 85 aniversario del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), destacó que México cuenta con sólidos fundamentos macroeconómicos que permiten avizorar que México puede sortear con éxito el complicado panorama que se presenta.
Esto, ante los temores, no sólo de una desaceleración de la economía mundial, sino de un proceso inflacionario con aumento de tasas de interés que puede ser bastante desestabilizador para los flujos de crédito.
El vicepresidente, director general de BBVA México, Eduardo Osuna, aseguró que en México “la inversión no está en el nivel que debería de estar”, ya que actualmente representa 18 por ciento del PIB, cuando debería llegar a 25 por ciento.
Precisó que el componente de inversión pública tiene una caída importante, lo que revela que el Gobierno federal no tiene capacidad para inyectar estos recursos; “por lo tanto, no tenemos ahí expectativa de crecimiento de la inversión”.
Es claro, abundó, que la inversión en México por parte de su propia población está disminuyendo. En cambio, destacó que la inversión extranjera muestra cifras récord de manera trimestral.
“La inversión de los mexicanos está cayendo. Es curioso que los mexicanos estamos invirtiendo menos en México, pero la inversión extranjera está tocando niveles récord de manera trimestral”, resaltó el banquero.
Ello implica que México, visto desde el exterior, se ve como un lugar de oportunidades “y lo que tenemos que ver es, justamente esas oportunidades para, que los empresarios mexicanos repunten esta inversión”, dijo Osuna.
Expuso que en una encuesta entre 375 consejeros nacionales de BBVA México, 73 por ciento pide que se fortalezca el Estado de derecho en el país para dar certidumbre jurídica a las empresas, en tanto que 82 por ciento cree que la situación económica del país se mantendrá igual o incluso, empeorará.
No obstante, reconoció que hay diversos factores de estabilidad económica en el país como es el caso de que es una de las naciones con menor deuda con respecto a su PIB, además de una “muy buena” política fiscal.
A ello se suma el respeto a la autonomía del Banco de México (Banxico) en decisiones de política monetaria, así como la importante red de tratados comerciales con más de 50 países alrededor del mundo.
Ven potencial de México para aprovechar inversiones
El presidente del Grupo BBVA, Carlos Torres Vila, aseguró que México tiene enorme potencial y capacidad para aprovechar las oportunidades de inversión que surgen del nuevo entorno geopolítico mundial.
En la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA 2022, señaló que el conflicto bélico en Europa demanda de un nuevo orden en las cadenas de suministro, sobre todo de bienes, por lo que el país debe tomar parte de las ventajas del reacomodo mundial de las diferentes industrias.
“Estamos convencidos de que México es un gran país con enorme potencial, con capacidad para aprovechar las oportunidades que surgen de un nuevo orden mundial, de la creciente regionalización, apalancándose las tendencias clave como son la digitalización la innovación y la sostenibilidad”, dijo el directivo.
Estimó que México crecerá 2.5 por ciento este año en un escenario impactado por el conflicto Rusia-Ucrania, las presiones inflacionarias y la reacción de los bancos centrales con ajustes en las tasas de interés.
OCDE y BM dan tijerazo a PIB de México en 2022
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Mundial (BM) recortaron su perspectiva de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2022; el primero la pasó de 2.3 por ciento a 1.9 por ciento, mientras que el segundo la degradó de 2.1 a 1.7 por ciento.
En ambos casos, los organismos señalaron que la disminución en la perspectiva se observó por la alta inflación que ha erosionando el poder adquisitivo de las familias y ocasionada, principalmente, por la guerra entre Rusia y Ucrania, así como por una política monetaria más restrictiva.
La OCDE refirió en su informe de “Perspectivas económicas 2022”, que para el próximo año su proyección de crecimiento para el país pasará de 2.6 a 2.1 por ciento.
Estimó que la inflación se situará en el 6.9 por ciento en 2022 y descenderá gradualmente hasta el 4.4 por ciento en 2023, a medida que surta efecto el impacto de las tasas de interés más altas, al considerar que la política monetaria debería seguir endureciéndose para mantener ancladas las expectativas.
Sin embargo, precisó, las perspectivas de inflación siguen siendo muy inciertas. “La inflación puede ser más alta por más tiempo, erosionando el poder adquisitivo, particularmente de los hogares vulnerables, y requiriendo un mayor endurecimiento de la política monetaria”, agregó.
La OCDE destacó que el consumo interno será un motor clave del crecimiento, respaldado por la mejora gradual del mercado laboral, las remesas y la creciente proporción de la población vacunada, mientras que el turismo se recuperará gradualmente.
Consideró que los proyectos de infraestructura pública planificados beneficiarán la inversión, al resaltar que impulsar aún más la inversión pública y el gasto social profundizaría la recuperación.
“Brindar a los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, certeza sobre los contratos existentes y estabilidad regulatoria ayudaría a impulsar la inversión”, sostuvo el organismo.
Estimó que las medidas para responder a los aumentos en los precios de la energía en México deben ser temporales y estar dirigidas a los hogares y las pequeñas y medianas empresas (Pymes) más afectados.
Para la economía mundial, la OCDE anticipó una debilitación drástica de sus proyecciones, a 3.0 por ciento en 2022, desde el 4.5 por ciento que proyectaba en diciembre pasado, y para el año próximo estima un avance de 2.8 por ciento.
Informó que las proyecciones de inflación ahora se sitúan en casi el 9.0 por ciento en los países de la OCDE en 2022, el doble de lo que proyectaba anteriormente.
Señaló que la inflación elevada en todo el mundo está erosionando los ingresos reales disponibles y los niveles de vida de los hogares y, a su vez, reduce el consumo.
“La medida en que el crecimiento será menor y la inflación mayor dependerá de cómo evolucione la guerra, pero está claro que los más pobres serán los más afectados. El precio de esta guerra es alto y tendrá que ser compartido”, añadió.
En tanto, el Banco Mundial sostuvo que los daños ocasionados por el Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, exacerbaron la desaceleración de la economía mundial, por lo cual podría entrar en un periodo prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación, es decir un periodo de estanflación como no se observaba desde la década de 1970.
“Este contexto aumenta el riesgo de estanflación, con consecuencias potencialmente perjudiciales tanto para las economías de ingreso mediano como para las de ingreso bajo”, advirtió el Banco Mundial.
Así, señaló que el crecimiento mundial descenderá de 5.7 por ciento que obtuvo en 2021 a 2.9 por ciento que se registró en 2022, un porcentaje considerablemente menor al 4.1 por ciento que se había anticipado a principios de este año.
En el caso de la región latinoamericana, el BM sostuvo que se ubicará en un nivel de 2.5 por ciento este año, desde un nivel de 6.7 por ciento que registró por el efecto rebote el año pasado, es decir, tras la caída del 2020 por los efectos de la pandemia.
Específicamente en México, sostuvo que el recorte de 2.1 a 1.7 por ciento para la estimación del PIB, se explicó por las políticas monetarias más restrictivas, la alta inflación, la incertidumbre política y la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos.
FGR