México avanzó cinco posiciones entre las principales naciones receptoras de Inversión Extranjera Directa (IED) en 2020, pese a la pandemia de Covid-19. Al recibir 29 mil 079.4 millones de dólares pasó del lugar 14 al nueve en un año, de acuerdo con información de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
A través del informe sobre las inversiones en el mundo 2021, el organismo internacional detalló que en 2019 el país se ubicaba en la posición 14, con poco más de 34 mil millones de dólares recibidos de IED; sin embargo, aunque tuvo una caída de 14.4 por ciento, la atracción de recursos foráneos superó a las demás naciones hasta colocar a México en el noveno sitio.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía (SE) la IED se financió principalmente a través de reinversión de utilidades, en 55.4 por ciento; seguido de cuentas entre compañías, con 22.6 por ciento; y por nuevas inversiones, con 22 por ciento; aunque la UNCTAD destacó que el año pasado en Centroamérica las entradas de capital extranjero se redujeron en 24 por ciento, pero fueron apuntaladas por las ganancias reembolsadas en México.
“Las economías en desarrollo resistieron la tormenta mejor que las desarrolladas. Los bloqueos en todo el mundo en respuesta a la pandemia de Covid-19 ralentizó los proyectos de inversión existentes y las perspectivas de una recesión llevaron a las empresas multinacionales a reevaluar nuevos proyectos, lo que llevó a que las economías desarrolladas recibieran 58 por ciento menos IED”, destacó.
Detalló que los flujos hacia Europa se redujeron 80 por ciento; mientras que los de América del Norte disminuyeron 42 por ciento, siendo Estados Unidos el país más grande para la IED, seguida de China.
Recuperación hasta 2022. Respecto a los resultados del primer trimestre del 2021, periodo en el que la inversión extranjera del país avanzó 14.8 por ciento, con 11 mil 864 millones de dólares; a nivel global, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo dijo que confirman divergencias entre fusiones y adquisiciones transfronterizas. Por el contrario, la inversión totalmente nueva sigue siendo débil.
La UNCTAD estimó que los flujos mundiales de Inversión Extranjera Directa toquen fondo en 2021 y recuperen entre 10 por ciento y 15 por ciento del billón de dólares que se perdieron por la pandemia. Esto aún la dejaría alrededor de 25 por ciento por debajo del nivel de 2019 y más del 40 por ciento por debajo del pico en 2016.
En 2020 la inversión extranjera cayó 35 por ciento, hasta un billón de dólares desde 1.5 billones de dólares del año anterior.
A propósito, se proyectó que la recuperación para 2021 será desigual: las economías desarrolladas impulsarán el crecimiento de la inversión extranjera, con un alza de 15 por ciento.
La lenta recuperación que se prevé para el mundo a lo largo de este año tiene que ver con la persistente incertidumbre sobre el acceso a las vacunas contra Covid-19, la aparición de mutaciones del virus y retrasos en la reapertura de sectores económicos.
“Las entradas en Asia seguirán siendo resistentes, de 8.0 por ciento. Una recuperación sustancial de la IED en África y América Latina y el Caribe es poco probable a corto plazo, porque tienen más debilidades estructurales, menos espacio fiscal y mayor dependencia en inversiones nuevas, que se espera que se mantengan en un nivel bajo en 2021”, abundó.
Finalmente, indicó que las inversiones nuevas y en financiación de proyectos son cruciales para el desarrollo de la capacidad productiva y la infraestructura y, por lo tanto, para perspectivas de recuperación. En este sentido, advirtió que la inversión sustentable en las regiones en desarrollo es de 33 por ciento menos que antes de la pandemia.