México tiene un problema de alta inflación interna que contribuye con 40 por ciento al índice general, no toda es importada, y para controlarla tendrá que seguir el incremento de la tasa de interés de referencia, consideró Bank of América (BofA) Securities.
El economista para Canadá y México de BofA Securities, Carlos Capistrán, señaló que la inflación en México de 7.7 por ciento, está muy por encima de la meta del 3.0 por ciento debido, como en muchos países; a los altos precios de los alimentos, actualmente en 11.9 por ciento, los cuales contribuyen en 50 por ciento al índice general.
Indicó que la inflación de la energía también es relativamente alta en 6.3 por ciento pero, a diferencia de muchos países, no es un gran problema para México ya que los precios de la gasolina están subsidiados, por lo que la inflación de la energía contribuye con alrededor del 10 por ciento a la inflación.
Sin embargo, la inflación interna, definida como subyacente (precios más volátiles) sin alimentos, es alta en 5.8 por ciento anual; contribuye con más del 40 por ciento al índice general y sigue aumentando.
“Vemos esto como evidencia de que no toda la inflación en México es importada”, precisó Capistrán al estimar que la alta inflación interna respalda la opinión de que tendrá que seguir el aumento de la tasa de referencia en el país, actualmente en 7.75 por ciento, para controlar la escalada de precios.
Estimó que el Banco de México subirá la tasa otros 75 puntos base en agosto, 50 puntos en septiembre y 25 puntos base en noviembre y diciembre para ubicar la tasa objetivo a un día en 9.5 por ciento para fin de año y descartó aumentos o recortes en 2023.
MAEP