Las reservas internacionales, una especie de blindaje para el sistema financiero, registraron un nuevo máximo histórico, al ubicarse en 205 mil 623 millones de dólares al 17 de noviembre, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
La cifra representa 3.5 veces las remesas que recibió el país en 2022 (58 mil 510 millones de dólares), 5.6 veces la Inversión Extranjera Directa -IED- (36 mil 395 millones de dólares) y 6.5 veces las exportaciones petroleras (31 mil 625 millones de dólares).
En la última semana, este stock de capital aumentó en 361 millones de dólares, con lo cual, en lo que va del año, acumuló un avance de seis mil 529 millones de dólares, según el “Estado de cuenta del Banco de México”.
“Las reservas internacionales funcionan como un seguro para afrontar contingencias generadas, principalmente por desequilibrios macroeconómicos y financieros, ya sean de origen interno o externo. Son activos bajo el control de las autoridades monetarias que están denominados en divisa extranjera y que están disponibles de manera inmediata”, señala el instituto central.
En las últimas dos semanas, las reservas superaron el nivel de 205 mil millones de dólares. Sin embargo, no es la primera vez. En agosto del 2021 llegaron a ese rango, luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó a México un monto cercano a 12 mil 117 millones de dólares como parte de una asignación de Derechos Especiales de Giro (activo de reserva internacional) que el organismo entregó a los países miembro.
Las reservas internacionales son activos financieros que el banco central invierte en el exterior. Su característica principal es la liquidez; es decir, la facilidad de uso para saldar rápidamente obligaciones de pago fuera de nuestro país.
Su objetivo principal es contribuir a la estabilidad de precios cuando se presenta una disminución de los flujos comerciales o de capital de la balanza de pagos, por desequilibrios macroeconómicos y financieros (internos o externos), tales como crisis causadas por una reducción considerable en la actividad económica o en el comercio internacional, quiebras bancarias, escasa liquidez en los mercados financieros y encarecimiento del crédito, entre otros.
La Ley de Banco de México establece que el instituto central contará con una reserva de activos internacionales para ayudar a mantener la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda.
En México, este stock de capital se integra por activos financieros denominados en las divisas de mayor importancia en los mercados internacionales, tales como dólares americanos, euros o yenes japoneses, entre otras monedas.
“De ser suficientes, las reservas internacionales también proporcionan confianza de que el país puede cumplir con sus obligaciones extranjeras actuales y futuras. Ayudan a que México mantenga una buena calificación crediticia, lo que genera seguridad para que inversionistas extranjeros inviertan en nuestro país, y para que los agentes económicos enfrenten menores costos de financiamiento”, expone Banxico.
Al ser activos los que componen este blindaje financiero, tienen que ser financiados a través de la colocación de algún tipo de pasivo. Muchos de éstos pagan una tasa de interés. Por lo tanto, las reservas internacionales, que de alguna manera generan un rendimiento al banco central, también implican un costo.
“Tener unas reservas internacionales bien administradas proporciona la seguridad que requiere el sistema financiero mexicano para enfrentar eventualidades, como la crisis económica derivada del Covid-19”, señaló el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).
Pagan 85 mdd para renovar línea de crédito flexible con el FMI
México pagó una comisión anual de 85 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para renovar la Línea de Crédito Flexible (LCF) por 35 mil millones de dólares
La Secretaría de Hacienda y el Banco de México, que integran la Comisión de Cambios, informan que, el 15 de noviembre, el Directorio Ejecutivo del organismo internacional renovó la Línea de Crédito Flexible para México por dos años más.
“(Se registra) una disminución (semanal de las reservas internacionales) por el pago anual de la comisión neta correspondiente a la Línea de Crédito Flexible con el FMI por el equivalente a 85 millones de dólares, acorde con el monto de acceso solicitado de alrededor de 35 mil millones de dólares”, expuso el banco central en su estado de cuenta semanal difundido ayer.
La LCF es un instrumento de carácter precautorio que refuerza la reserva de activos internacionales y complementa así las herramientas de las autoridades mexicanas para enfrentar condiciones externas adversas y preservar la estabilidad económica y financiera. Esta línea de crédito se ha venido reduciendo en los últimos años, desde unos 88 mil millones de dólares aprobados en 2017. “La Comisión de Cambios continuará con la estrategia de revisar el nivel de acceso al cabo de un año sujeto al análisis profundo de los riesgos externos que enfrente la economía mexicana en ese momento”, dijo.
