Moody’s bajó ayer la calificación de la deuda soberana de México de A3 a Baa1, con ello la nota crediticia quedó tres niveles arriba del grado de inversión, pero con posibilidades de sufrir nuevo recorte
Con esta decisión, se suma a Standard & Poor’s (S&P) y Fitch que, en menos de un mes, recortaron en un nivel la nota soberana del país a causa de la debilidad de la economía y el impacto de la pandemia de Covid-19, entre otros factores.
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Moody’s también rebajó la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) de Baa3 a Ba2, siguiendo el recorte que unas horas antes hizo Fitch a la nota de la petrolera de BB a BB-, que está en el último tramo del grado especulativo, pero con ello perdió el grado de inversión.
Argumentó que la baja en la calificación de México se debe a la perspectiva de crecimiento a mediano plazo considerablemente más débil, y al al continuo deterioro de la situación financiera y operativa de Pemex, que está erosionando la fortaleza fiscal del soberano, la cual ya se encuentra presionada ante el menor crecimiento de los ingresos fiscales dado lo débil de la economía, y al deterioro en el marco de políticas públicas y en la capacidad institucional.
Agregó que la perspectiva negativa refleja el riesgo de que la fortaleza económica y fiscal se deteriore aún más de lo reflejado en la calificación de Baa1 debido a la persistente incertidumbre en torno a la dirección de las políticas públicas a mediano plazo, y a respuestas de política pública que han sido insuficientes para abordar de manera efectiva tanto los desafíos económicos que enfrenta el país como los problemas financieros y operativos de Pemex.
En cuanto al recorte en la calificación de Pemex de “Baa3” a “Ba2”, con lo que la coloca en grado especulativo, Moody’s añadió que existe la posibilidad de que la petrolera mexicana use la totalidad de los ocho mil 900 millones de dólares en líneas de crédito durante 2020.
“Las acciones tomaron en consideración nuestras expectativas de un periodo prolongado de negativo libre flujo de caja y la necesidad de financiamiento externo, a pesar de los esfuerzos de la compañía para ajustar los costos y las inversiones por los bajos precios del petróleo”, dijo Nymia Almeida, vicepresidenta senior de Moody’s.
FITCH VUELVE A AJUSTAR. En menos de un mes, Fitch Ratings volvió a bajar la calificación de Pemex, ahora de BB a BB-, en línea con la reciente rebaja a la nota soberana de México esta misma semana, sin embargo revisó la perspectiva de la petrolera de negativa a estable.
Además recortó la nota de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de BBB a BBB-, luego de la rebaja de la evaluación soberana de México el 15 de abril pasado.
“Las rebajas de calificación de Pemex y CFE reflejan el vínculo directo de estas compañías con las calificaciones soberanas de México”, según la metodología de entidades relacionadas con el gobierno de Fitch.
El dato: En tres semanas, las tres agencias evaluadoras revisaron a la baja en un escalón la calificación soberana del país en moneda local y extranjera.
Expuso que las calificaciones de Pemex están tres niveles por debajo de la nota de México como resultado del continuo deterioro de su perfil de crédito independiente (SCP) a ‘ccc-’ en medio de la recesión en la industria mundial del petróleo y el gas, los supuestos más bajos del precio del petróleo de Fitch y el debilitamiento de la vinculación crediticia entre el soberano y la empresa productiva del Estado.
Tras el recorte de Moody’s y Fitch, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aclaró que la nota México se mantiene en grado de inversión, y le permite al Gobierno federal seguir teniendo amplio acceso al financiamiento en los mercados nacionales e internacionales.
JVR