Luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombrara Ómicron a la nueva variante del COVID-19 descubierta en Sudáfrica la semana pasada, una criptomoneda homónima no ha parado de incrementar su valor.
De acuerdo el sitio especializado CoinMarketCap, la criptodivisa que vio la luz en los primeros días de noviembre, se cotizaba en cifras cercanas a los 65 dólares el pasado jueves, no obstante, en actividad frenética, este lunes alcanzó los 700 dólares.
Ómicron, que en su sitio web se describe como "un protocolo de moneda descentralizada respaldada por el tesoro", era hasta hace poco una criptomoneda prácticamente desconocida cuyo precio era estable.
Los fundadores de la misma no han hecho referencia alguna al COVID-19 ni a la nueva variante detectada en Sudáfrica.
Por el contrario, esperan que su activo pueda funcionar como una moneda capaz de conservar su poder adquisitivo independientemente de la volatilidad del mercado.
Como se recuerda, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió nombrar las variantes del virus con letras del alfabeto griego (alfa, beta, gamma, delta...) a fin de no estigmatizar a ningún país en particular y facilitar al público la pronunciación de los nombres.
Un dato relevante es que las criptodivisas menores se han podido beneficiar gracias a sus vínculos con la cultura web, desde el "Juego del calamar" hasta el dogecoin.
Estos instrumentos registran auges acelerados, pero también caídas, mientras que nombres convencionales como bitcoin crecen en popularidad.
LRL