La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) aseguró que si hay un nuevo rebrote de Covid-19 en México y las autoridades deciden cerrar de nueva cuenta la economía nacional, entre 122 mil y 300 mil restaurantes podrían bajar la cortina definitivamente al término de 2020, esto significa que 50 por ciento del total de establecimientos desaparecerá.
En entrevista con La Razón, Francisco Fernández, presidente nacional de la Canirac, mencionó que un nuevo cierre no es la opción ya que abonaría a la eliminación de negocios y por ende de empleos.
“Nosotros estamos hablando con la autoridad para trabajar en conjunto, porque un cierre de nuevo al semáforo rojo nos mataría, sería catastrófico, sería imposible. Ya perdimos 20 por ciento de restaurantes, un cierre ahorita nos puede llevar a la mitad del gremio a desaparecer, porque los negocios ya están muy agotados, ya se estiró demasiado la liga”, sostuvo el empresario.
Datos de la Asociación señalan que antes de la pandemia se tenía el registro de 600 mil restaurantes, de esta cifra, 20 por ciento dejó de operar como resultado de la Jornada de Sana Distancia, por lo que entre 90 y 100 mil establecimientos se perdieron.
Lo anterior se traduce en un gran número de empleos. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) refieren que en el gremio de restaurantes existen 2 millones de puestos de trabajo directos, mientras que la industria también impacta en más de 3.5 millones de empleos indirectos.
Ante ello, la Canirac afirma que al final de la crisis, se habrán perdido más de 300 mil puestos de trabajo en todo el país.
No obstante, otro factor que termina siendo muy complejo es que este sector es la opción número uno de empleo y autoempleo para miles de mexicanos, además de que el 96 por ciento de los 600 mil restaurantes son Pequeños y medianos, los cuales emplean a una buena cantidad de personas.
Por todo lo anterior, Fernández aseguró que se encuentran en pláticas con el Gobierno federal, y específicamente con autoridades de la Ciudad de México, con la finalidad de trabajar en conjunto y que no se les niegue continuar operando.
Señaló que en los encuentros que hasta el momento han sostenido, las autoridades les han asegurado que el gremio restaurantero no está cumpliendo con las medidas de sanidad y los horarios establecidos; sin embargo, la industria ha alegado que no es así.
“Hay preocupación porque en este caso buscamos a las autoridades, pero nos dicen que nosotros no estamos cumpliendo; sin embargo, les hemos comentado que a quienes no estén cumpliendo, se les aplique la ley, el reglamento. Estamos seguros que la enorme mayoría sí lo está haciendo”, sostuvo.
EXHORTAN A NO RELAJAR MEDIDAS. Fernández Alonso hizo un llamado a los restauranteros afiliados y a los comensales a no bajar la guardia en las medidas de prevención, así como a extremar precauciones, para que un nuevo cierre no sea la opción de contener la pandemia.
“En los últimos días, las autoridades federales han informado que, a nivel nacional, hay señales de un repunte de contagios de Covid-19. Ante este escenario, este jueves Chihuahua regresó al semáforo rojo, aplicando medidas extremas. Sin embargo, cualquier retroceso en las entidades del país sería catastrófico para miles de familias que dependen de la industria restaurantera”, dijo.
Y es que dijo que regresar a casa sería un tanto injusto, pues desde antes que reabrieran sus puertas, el sector restaurantero se preparó a conciencia para brindarles a los clientes seguridad por medio del protocolo Mesa Segura, que incluye los lineamientos que marcan las autoridades y las mejores prácticas nacionales e internacionales.