Petróleos Mexicanos (PEMEX) está en proceso de perforar el pozo Iklum, que alcanzará una profundidad de 8 mil 240 metros verticales, marcando un hito en la historia de la exploración petrolera en México, según informó el director general de la compañía, Octavio Romero Oropeza.
"Con el pozo Iklum, estamos apuntando a una profundidad total de 8,400 metros. Esperamos que tenga una media de más de 80 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Proyectamos que este yacimiento sea de gran importancia, similar a nuestro descubrimiento en el campo Quesqui", destacó Romero Oropeza.
Ubicado en Huimanguillo, Tabasco, el pozo Iklum es un proyecto exploratorio que, aunque presenta desafíos técnicos, ofrece grandes expectativas de encontrar hidrocarburos, de acuerdo con los ingenieros a cargo.
“Estamos actualmente en plena perforación y nuestro objetivo es alcanzar los 8,400 metros. Creemos que este yacimiento podría ser tan prometedor como Quesqui”, comentó Miguel Moreno, gerente de exploración de PEMEX.
Moreno agregó que el pozo Iklum es uno de los más profundos en perforación, utilizando un equipo de última generación. La estrategia de perforación contempla seis etapas, diseñadas para alcanzar el objetivo final con éxito.
Este no es el primer récord de la petrolera, pues durante la presente administración, en 2022 la empresa perforó 2.1 kilómetros en el litoral de Tabasco, un proyecto que buscaba establecer un récord Guinness al ser la perforación subterránea más larga del mundo para un oleoducto de 24 pulgadas, a una profundidad de aproximadamente 25 metros, sin causar daños ambientales.
Ángel Cid Munguía, director de Producción y Exploración de PEMEX, indicó que la estrategia de la empresa es continuar la exploración en áreas cercanas a los campos en producción. El pozo Iklum y otros cuatro campos adyacentes forman parte de esta estrategia, creando un clúster junto con los campos Macabil, Krem y Vinic, que en conjunto suman un recurso prospectivo cercano a los 170 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
“Tenemos muchas esperanzas en estos campos y, de ser el caso, el costo de la producción va a ser mínimo porque vamos a hacer sinergia con las baterías de Jujo y Tecominoacán, que tienen más de 40 años que se construyeron y que son donde hoy Quesqui está procesando su producción, y al sumarle estos dos pozos los costos se abaratan y tenemos la producción más temprana” concluyó Octavio Romero Oropeza.
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FGR