La economía mexicana sufrirá un trago amargo por la apreciación que registra el peso frente al dólar, ya que tiene un efecto adverso en las exportaciones, las remesas y hasta en las finanzas públicas, dicen analistas consultados por La Razón.
El viernes, el tipo de cambio cerró en 17.0582 pesos por dólar, el menor nivel desde diciembre del 2015, según datos del Banco de México. Esto implica una apreciación de 12.56 por ciento o 2.45 pesos en lo que va del año.
Al depreciarse el dólar, los exportadores reciben menos pesos por lo que venden fuera del país y las familias receptoras de remesas pierden poder adquisitivo, lo cual impacta directamente al consumo. Es decir, golpea a dos de los motores de crecimiento más importantes a nivel nacional: el comercio y la demanda interna.
Para este año se espera que las remeses superen los 60 mil millones de dólares, con lo cual podrían representar cerca de 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, la apreciación de la moneda mexicana ya cobra factura a estos recursos. En abril, por sexto mes consecutivo, los mexicanos captaron menos pesos por cada dólar que recibieron, lo cual merma su capacidad de compra.
La última vez que se observaron seis o más caídas de las remesas al medirse en pesos fue entre agosto del 2012 e igual mes del 2013, señala Banco Base.
En México, 5.1 por ciento de los hogares recibe remesas, principalmente de Estados Unidos, es decir, 1.77 millones, de acuerdo con BBVA. Esta cifra representa a 11.13 millones de mexicanos, según el Cemla. Para algunos estados son clave. En Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Oaxaca, Nayarit y Chiapas representan de 10 y hasta 16.6 por ciento del Valor Agregado Bruto.
En lo que se refiere a las exportaciones, éstas ascendieron a 578 mil 193.4 millones de dólares en el 2022, equivalentes a la mitad del PIB mexicano. En este sentido, los estados de la frontera norte y el Bajío serían los más afectados y, cuando se ve por sector, el manufacturero.
“No hay forma cómo los exportadores se puedan haber ajustado a esta depreciación (del dólar) tan rápido; para ellos, lo que estamos viendo ahora es como una disminución en su precio, de la misma magnitud que se ha apreciado el peso, alrededor de 13 por ciento”, comenta Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
No hay forma cómo los exportadores se puedan haber ajustado a esta depreciación (del dólar) tan rápido; para ellos, lo que estamos viendo ahora es como una disminución en su precio, de la misma magnitud que se ha apreciado el peso, alrededor de 13 por cientoGabriela Siller, Economista en jefe de Banco Base
Uno de los especialistas consultados, quien pidió no ser mencionado, asegura que las empresas que tienen su operación basada en ingresos en dólares, pero con sede en México, ya están perdiendo utilidades, al igual que aquellas que tienen activos en moneda estadounidense.
Otros afectados, añade, son aquellos sectores que compiten con bajos precios y los que dependen de los precios internacionales, como textil, calzado, vestido, plástico y algunos de metalmecánico. A ellos se suman los que compiten con las importaciones, porque su producción pierde competitividad frente a lo que se trae de fuera del país.
“Lo que vamos a ver es que se disminuyen márgenes, lo cual, obviamente, se va a reflejar en un menor ritmo de contratación de personal y un ajuste de precios a este tipo de cambio”, menciona Siller al respecto.
El erario. Además, hay otras repercusiones. A nivel finanzas públicas también hay un saldo neto negativo, asegura Jorge Cano, investigador del Programa de Gasto Público en México Evalúa.
Explica que esta apreciación tiene un efecto positivo y otro negativo. El primero implica un menor costo del servicio de la deuda externa; el segundo considera menos ingresos por las ventas externas del petróleo.
Según las estimaciones de sensibilidad de ingresos y egresos de la Secretaría de Hacienda, dice el especialista, el efecto de la disminución de las ventas de crudo es siete veces superior a lo que se gana por el menor costo financiero.
“Es decir, lo que se deje de recaudar por renta petrolera va a ser siete veces mayor a lo que se ahorre por un menor costo financiero. Con ello, las finanzas públicas salen perdiendo con esta apreciación”, señala.
El peso fortachón se usa como factor político positivo y tiene algunas ventajas, como insumos importados más baratos y menores presiones inflacionarias; sin embargo, cuando neteas las repercusiones, “el efecto neto para el país es negativo”, señala Siller.
Nivel ideal
Héctor Magaña, profesor del Tecnológico de Monterrey, recuerda que no hay un objetivo para el tipo de cambio, ya que México está en un régimen flexible.
“Pero, dado los fundamentos y el comportamiento que ha tenido el tipo de cambio históricamente y cuando las exportaciones logran tener un auge y, con ello, mejorar el nivel de comercio exterior de nuestro país, el dólar ha rondado en 19-20 pesos; entonces, me parece que por ese nivel debería estar para que los beneficios pudieran superar a los factores que juegan en contra”, expone el especialista.