El peso mexicano cerró en su mejor nivel desde diciembre del 2015, luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) diera a conocer que detuvo su ciclo alcista en la tasa de interés de referencia.
El tipo de cambio interbancario finalizó en 17.1227 unidades por dólar, lo que significó una apreciación de 0.48 por ciento, según datos del Banco de México (Banxico). Se trata de su mejor nivel desde diciembre del 2015, es decir, en más de siete años.
Sin embargo, datos del instituto central dan cuenta que la paridad cambiaria tocó un mínimo de 17.0830 pesos. En lo que va del año, la divisa nacional se ha apreciado 12.23 por ciento, con lo cual se ubica como la segunda moneda con más ganancias, sólo por detrás del peso colombiano, señaló Janneth Quiroz, analista de Monex.
¿Qué dice Banxico sobre el peso?
La gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, expuso que la apreciación que registra el tipo de cambio obedece a fundamentales macroeconómicos sólidos.
Entre ellos, dijo, están las políticas fiscal y monetaria aplicadas de manera responsable; el nivel de remesas; cuentas externas sostenibles; la relación deuda-Producto Interno Bruto (PIB) estable y el sistema financiero con niveles de capital y liquidez sólidos.
“Todos estos elementos son los que sustentan los niveles de tipo de cambio”, dijo durante la presentación del “Reporte de estabilidad financiera” de junio 2023.
La titular del banco central recordó que México tiene un tipo de cambio flexible que se determina por el mercado con toda la información disponible.
Ante este escenario, destacó que el mercado ha tenido problemas en su operación, por lo que la Comisión de Cambios (integrada por Hacienda y Banxico) ha intervenido. Sin embargo, es algo que ahora no se ve, porque, dijo, la operación ha sido muy ordenada, con mucha liquidez. Pese a ello, se comprometió a que el Banxico continuará vigilando la actividad para actuar en el momento que sea necesario.
Pausa ciclo
La Fed decidió ayer, de forma unánime, dejar su tasa de interés en un rango de entre 5.0 y 5.25 por ciento, su nivel más alto desde mediados del 2007, con lo que pone una pausa a un ciclo de 10 alzas iniciado en marzo del 2022 por un total de 500 puntos base, a fin de bajar la inflación.
En un comunicado, el banco central estadounidense precisó que, a pesar de esta pausa, está preparado para más alzas “si surgen riesgos” que impidan bajar la inflación al objetivo de 2 por ciento. Banorte considera que el primer aumento se daría en la reunión de julio
Los integrantes de la Fed aumentaron su estimación de la tasa de referencia al cierre del 2023 a un rango de entre 5.50 y 5.75 por ciento, lo que implicaría dos incrementos adicionales de 25 puntos base antes de que termine el año. Sin embargo, para el 2024 prevén recortes de hasta 100 puntos base.
“Hemos cubierto mucho terreno y aún no se han sentido todos los efectos de nuestro endurecimiento”, señaló Jerome Powell, presidente de la Fed.
El banco central aumentó su expectativa de crecimiento para este año de 0.4 a 1 por ciento. “Esto supone que no habrá recesión durante el año”, expuso Víctor Ceja, analista de Valmex. Sin embargo, para el 2024 y 2025 redujo sus estimados de 1.2 y 1.9 por ciento a 1.1 y 1.8 por ciento, respectivamente.
Seguirá bajando. Especialistas consideran que la apreciación del peso que se registró ayer está ligada con el anunció de la Fed, particularmente por los recortes que se prevén hacia el 2024.
“El dólar perdió terreno desde la mañana (de ayer), en anticipación al anuncio de política monetaria de la Reserva Federal, que a las 12:00 horas confirmó una pausa en el ciclo de incrementos a la tasa”, dijo Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base. Quiroz comentó que es posible que “la fuerza bajista” tome impulso y el tipo de cambio busque llegar a 17.03 pesos por dólar.
Impacto negativo
Banco Base señaló que la fortaleza del peso mexicano, que suma cinco meses consecutivos ganando terreno frente al dólar, está poniendo en jaque al sector exportador y empezando a causar ciertos estragos entre quienes envían remesas.
“Los exportadores y los receptores de remesas son los más perjudicados, al no poder contrastar los efectos de esta apreciación a la misma velocidad, los niveles actuales del peso pueden causar una desaceleración del consumo y un menor crecimiento de las exportaciones mexicanas”, dijo.
JVR