La moneda mexicana cerró en su mejor nivel desde julio del 2017, al cotizarse en 17.5465 pesos por dólar al mayoreo, con una fuerte apreciación de 1.13 por ciento respecto a su precio del martes pasado, tras el positivo dato de la inflación en Estados Unidos en abril, lo que renovó las expectativas de una pausa en el ciclo alcista de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).
En ventanillas bancarias, la divisa finalizó la jornada en 18.0200 pesos por dólar, con una ganancia de 0.98 por ciento respecto a cotización previa.
Así, tras conocerse el dato de inflación en Estados Unidos, el dólar se depreció de forma generalizada frente a la canasta de las principales divisas.
La subdirectora de Análisis de Grupo Financiero Monex, Janneth Quiroz, destacó que el peso mexicano fue la segunda divisa más apreciada ayer entre las monedas de los países emergentes, con una ganancia de 1.0 por ciento frente al dólar en el mercado interbancaria.
Por su parte, la directora de Análisis Económico-Financiero de Grupo Financiero Base, Gabriela Siller, explicó que la apreciación del peso se debe a la especulación de que la Fed ya no subirá su tasa de interés, tras el dato de inflación de Estados Unidos en abril, que resultó por debajo de la expectativa del mercado de 5.0 por ciento y acumuló 10 meses consecutivos a la baja.
“Es importante mencionar que no ha desaparecido el riesgo de una depreciación del peso, pues se mantiene elevada la probabilidad de recesión en Estados Unidos y la administración de Biden no ha logrado avances con líderes republicanos para incrementar el techo de la deuda, lo que eleva el riesgo de un incumplimiento de obligaciones de deuda en junio”, acotó.
Refirió que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comentó ayer que el riesgo de un incumplimiento es una “crisis manufacturada”, que podría llevar a una recesión y afectaría la reputación internacional del país.
La inflación en Estados Unidos fue de 4.9 por ciento a tasa anual en abril de este año, lo que implica una modesta desaceleración respecto al aumento de 5.0 por ciento en marzo y su menor nivel desde abril del 2021, de acuerdo con el informe del Departamento del Trabajo de ese país.
Con este dato, la inflación anual estadounidense sumó 10 meses consecutivos con tendencia a la baja, desde el pico de 9.1 por ciento en junio del año pasado.
En tanto, a tasa mensual, la inflación estadounidense se ubicó en 0.4 por ciento en abril pasado, acelerándose desde el alza de 0.1 por ciento en marzo y en línea con la expectativa del mercado.
El peso mexicano ya había recibido un impulso para su fortalecimiento desde el lunes pasado, cuando se conoció que la inflación general del país local continuó moderándose en abril de este año, al desacelerarse a 6.25 por ciento anual desde 6.85 por ciento en marzo, alimentando las esperanzas de que el actual ciclo alcista de la tasa de interés por parte del Banco de México (Banxico), actualmente en 11.25 por ciento, también habría llegado a su fin.
Analistas de Banorte anticiparon que el peso seguirá fuerte. “Tras el alza acumulada de 11.0 por ciento contra 2022, el espacio para una apreciación adicional es limitado, aunque es muy factible un rompimiento del piso de 17.50 por dólar si la volatilidad sigue relativamente contenida”, estimaron.
