Seis de cada 10 mexicanos de bajos recursos económicos son quienes impulsan el consumo masivo, de acuerdo con Kantar México.
El country manager en Worldpanel de la firma, Francisco Luna, afirmó, en entrevista con La Razón, que la industria del consumo masivo está alineada a la estructura poblacional. Una persona de bajo nivel de ingresos, antes de sacrificar el consumo, lo hace con cualquier otra actividad, por ejemplo, el entretenimiento, que prefiere llevarlo a casa.
Abundó que cuando hay etapas complejas lo que es más resiliente siempre es la demanda masiva, “antes caen otras industrias como calzado, vestido, entretenimiento u otros sectores, pero no el consumo masivo”.
Luna señaló que ya no existe un periodo económico de emergencia como el que surgió por la pandemia, pero sí un entorno complejo y retador.
Actualmente, dijo, la mayoría de los mexicanos cuentan con recursos económicos para hacer el consumo masivo derivado de la creación de empleo y el aumento al salario mínimo.
“El entorno en México es razonablemente positivo en términos de empleo, y eso permite que el consumidor tenga recursos para gastar, a lo que se suman los recursos por apoyos sociales y las remesas, toda vez que 50 por ciento de estos envíos se destinan a consumo masivo”.
El directivo de Kantar México destacó que, por tanto, todo el entorno está dado para que las empresas inviertan y el consumidor sea receptivo a esta inversión y pueda comprar.
“El consumidor de ahora está dispuesto a pagar por valor siempre y cuando haya una clara oferta del mismo, y eso lo tienen que entender las maracas para mantenerse en el mercado, sin caer en el temor de mejor no invertir por el entorno complejo”, explicó.
Por ello, consideró que es momento de innovar y renovar las marcas porque hay condiciones razonablemente para ello.
Indicó que todos los sectores sociales están participando en este consumo masivo racionado, pero en su gran mayoría proviene de los estratos más vulnerables.
La razón es que existe mayor recepción de remesas, más empleo y donde se percibe más el incremento salarial; “por ello se incrementa más la capacidad de gasto a pesar del entorno inflacionario.