El 44.4 por ciento de las personas ocupadas en México se encuentra en pobreza laboral, el nivel más alto en los últimos 17 años, reveló el estudio “Trabajo decente en México 2005-2022”, del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) de IPADE Business School.
El profesor del área de Entorno Económico de IPADE, Benjamín Alemán Castilla, precisó que estaban en pobreza laboral, situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros, en promedio 43.8 por ciento de los ocupados en el primer trimestre de 2018.
El porcentaje disminuyó a 43.1 por ciento de 2019 y a 40.3 por ciento en 2020, pero a partir del 2021 subió nuevamente a 42.7 por ciento y a 44.4 por ciento en 2022, todos en el primer trimestre de cada año.
Explicó que la baja previa a la pandemia de Covid-19 se explica en gran parte por los incrementos al salario mínimo impulsados desde finales de 2017.
“No obstante, recientemente la pobreza laboral en México alcanzó un nuevo máximo histórico, ya que en el primer trimestre del 2022 el 44.4 por ciento de las personas ocupadas pertenece a hogares cuyos ingresos laborales per cápita son menores a la línea de pobreza”, abundó. Señaló que el promedio de los trabajadores, cuyos ingresos obtenidos por hora son inferiores en dos terceras partes a la mediana, es de 37.8 por ciento; el máximo de 41 por ciento fue en 2018 y el mínimo de 34.9 por ciento se registró en 2006.
Entre otros hallazgos del estudio también destaca que en 2022 el empleo informal femenino fue de 55.6 por ciento, por lo que aún no regresa a las cifras anteriores a la pandemia (57 por ciento), lo que implica que todavía las mujeres no retornan por completo a los espacios laborales. Sin embargo, se observa un incremento respecto a 2021, cuando la tasa de empleo informal fue de 54.4 por ciento.
El empleo informal entre los hombres ascendió a 55 por ciento, cercano al nivel prepandemia de 55.5 por ciento.
La pandemia disminuyó el trabajo informal femenino de manera abrupta, mientras que para los hombres el impacto fue menor.
El investigador del IPADE subrayó que la presencia de las mujeres en alta y media dirección sigue en aumento, alcanzando una participación de 38.6 por ciento en el 2022, el dato más elevado de 2005 a la fecha.
Un indicador más del análisis es “Jóvenes sin estudiar, capacitarse o trabajar”; al respecto Alemán Castilla refirió que es aquí donde se observa la mayor diferencia entre mujeres y hombres.
Detalló que el porcentaje en esa situación para las mujeres durante 2022 fue de 26.3 por ciento, muy alto comparado con 9.7 por ciento de los hombres; es decir, que la brecha asciende a 2.7 veces, en perjuicio de las mujeres.
Por otro lado, el académico destacó que, a pesar de las desventajas laborales contra las mujeres, la cobertura en seguridad social sigue siendo mayor para este sector en comparación con los hombres, de 39.9 por ciento contra 37.8 por ciento, respectivamente.
“En este caso, los datos siguen siendo mayores a los registrados antes de la pandemia para ambos grupos, por lo que es un buen resultado que deberíamos procurar mantener”, consideró Benjamín Alemán Castilla. Otro elemento diferenciador que destacó el académico es que los hombres muestran
mayor frecuencia de jornadas excesivas (31.5 por ciento) que las mujeres (19.0por ciento).
Sin embargo, respecto al tiempo libre, los hombres cuentan con 117 horas semanales, contra 109 de las mujeres.
“Aunque la tendencia del tiempo libre femenino es creciente, lo que conlleva una mejora en el periodo de estudio, los hombres siguen sin destinar tiempo significativo a las labores del hogar”, resaltó el investigador.
Indicó que está demostrado que un mayor número de horas en los centros laborales o haciendo home office, no garantiza mayor productividad, por el contrario, se incrementa el estrés y la inestabilidad emocional.
Otra arista del estudio es que el trabajo infantil se presenta con mayor persistencia en los niños (17.9 por ciento) que en las niñas (7.6 por ciento).
El investigador señaló que en este caso la brecha de género es amplia, pues como se mencionó la proporción de niños que realiza trabajos remunerados desde los 12 años, es más del doble que la de niñas.
Entre las principales conclusiones del estudio “Trabajo decente en México 2005-2022”, Alemán Castilla destacó que aun cuando la pandemia impactó significativamente el mercado laboral, la mayoría de los indicadores del estudio apuntan a una mejora “lenta pero continua”, de las condiciones laborales en México.