Las medidas que aplique la próxima administración en torno a su política fiscal y económica, será decisiva para contrarrestar el deterioro de las finanzas públicas de México, señalaron analistas de la calificadora Moody’s Ratings.
En el evento Inside LatAm: Mexico 2024, Carlos Diaz de la Garza, general Manager de Moody’s Local México, señaló que la economía mexicana ha tenido “un desempeño positivo en términos generales” fortalecido por el consumo interno; sin embargo, las finanzas públicas se encuentran “comprometidas” y podrían tener un deterioro ocasionado por el apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex) y por los programas sociales.
De la Garza señaló que tras la elección del 2 de junio, Morena obtuvo la mayoría calificada, y se logró la aprobación de la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) donde se elegirá por voto popular a jueces, magistrados y ministros, “estos cambios podrían politizar el sistema judicial y restar independencia”, además que podría “desincentivar” la Inversión Extranjera Directa (IED) sobre todo en proyectos de infraestructura.
Y que la oportunidad histórica para aprovechar el nearshoring debe ir acompañada de políticas públicas que den certidumbre a las inversiones, y se fomente la participación de la Iniciativa Privada (IP) en proyectos de energía y agua, pero sobre todo debe respetarse el Estado de derecho.
Respecto a la reforma para eliminar los organismos constitucionalmente autónomos, aseguró que, “cualquier cambio seguramente tendrá un riguroso análisis de cara a la revisión que va a tener el Tratado de Libre Comercio”.
Por su parte, Renzo Merino, vice-president Senior Credit Officer y analista principal para el Gobierno de México de Moody’s, coincidió en que la Reforma al Poder Judicial sí puede tener una afectación a la inversión, al marco regulatorio y puede dañar el crecimiento económico del país.
“Hay algunas reformas que pueden afectar el marco institucional del país, y otros temas fiscales y económicos…”, dijo.
Necesario más apalancamiento
Por otra parte, expertos sostuvieron que para 2026, se duplicarán las necesidades de flujo de Pemex por un total de 19 mil millones de dólares, señaló Roxana Muñoz, vice-president Analista Senior de la firma, quien dijo que la calificación crediticia de la petrolera se encuentra en B3 con perspectiva negativa, aun con el apoyo del Gobierno federal, sin éste se ubicaría en Ca, también de grado especulativo, pero es uno de los grados más bajos en la escala de calificación.
Del total de recursos que la petrolera podría necesitar hacia 2026, 12 mil 200 millones de dólares serán solamente para cumplir con compromisos de deuda y 6 mil 900 millones de dólares, para necesidades de operación de la empresa.
La analista de Moody’s destacó que uno de los riesgos principales son los vencimientos de largo plazo, pero aún existe incertidumbre sobre lo que hará el próximo gobierno para enfrentar esa situación.
“Uno de nuestros escenarios, que es el más plausible, dado los mensajes que ha dado la siguiente Presidente es una potencial reestructura de deuda sobre todo de los vencimientos en 2026 y 2027 que son los años en donde están los picos mayores de vencimientos de largo plazo”, señaló.
Roxana Muñoz aseguró que ante una posible reestructura de la deuda por parte del gobierno mexicano, sólo se resolvería una parte de “ese requerimiento financiero”, porque ayudaría a aminorar las presiones de sus obligaciones inmediatas, “pero no las erradica”.
“Hay acciones que puede tomar la siguiente administración, pero de acuerdo con lo que se ha mencionado en estos últimos meses, no esperamos ver ningún cambio en la parte de refinerías”, dijo.
Destacó que una solución posible y viable para realizar esa reestructura es que se realicen inversiones de Asociaciones Público-Privadas a través de Farm Outs; sin embargo, estos cambios se reflejarían en el mediano y largo plazo, pues son proyectos que tardan en ser rentables.
Explicó que ante una reestructura de deuda, hay varios tipos de instrumentos de deuda que vencen en dos años, y que son 3.1 billones de Cebures y 5 billones de bonos, pero ante un escenario de ese tipo, consideran que Pemex por sí sola no tendría opción de refinanciar su deuda por tener tasas de interés elevadas; pero lo que sí podría ocurrir es una reestructura con ayuda gubernamental.
Muñoz sostuvo que la nota crediticia de Pemex actualmente se encuentra en B3 con perspectiva negativa, la cual ya se encuentra en terreno especulativo, incluso con el apoyo financiero que ha realizado el Gobierno; sin embargo, aseguró que si no existiera ese impulso la nota se ubicaría en Ca.
“La separación (con la nota del soberano que es Baa2), refleja las necesidades que tiene Pemex y la presión en la parte de liquidez que tiene...”
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LMCT