El precio de la tortilla tampoco disminuirá con el Programa Antiinfalción, porque no existe un precio tope; aseguró la presidenta de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado (Canami), Marcela Martínez Pichardo, en entrevista con La Razón.
El aumento del costo del básico continua de manera paulatina. De acuerdo con la Secretaría de Economía (SE), en el último mes el precio de ese producto básico registra un incremento de 0.6 por ciento al pasar de 20.7 pesos en abril, a 20.19 en mayo.
Mientras que en el último año el alza registra un acumulado de 21.26 por ciento y desde que empezó la guerra entre Rusia y Ucrania, 6.94 por ciento debido al incremento y a los vaivenes del precio internacional del maíz.
Martínez Pichardo expuso que, como cámara apoyarán el exhorto de buena voluntad que hizo el Gobierno federal a los industriales para mantener el precio de 24 productos básicos entre los que se encuentra precisamente la tortilla.
Descartó que haya un precio tope para el kilogramo de tortilla con el nuevo programa, toda vez que recordó que el incremento en el precio de la canasta básica es multifactorial donde prevalece la inflación a nivel mundial.
Aseguró que si bien no habrá un precio tope para la tortilla, como Cámara están totalmente comprometidos para apoyar los esfuerzos del Gobierno federal.
Además, destacó que son muchos sectores en donde el maíz participa, pero las empresas que están agremiadas a la Cámara y como organismo tienen “un fuerte compromiso y lo que estaremos buscando cómo sumar y multiplicar los esfuerzos entre el gobierno federal e industriales”.
En la Canami están afiliadas Gruma, Bimbo, Minsa y Agroinsa; empresas relacionada con dos de los productos de mayor consumo en la canasta básica que es la tortilla y el pan de caja.
Medidas contra inflación; limitadas y lentas: CEESP. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CCESP) expuso que es probable que las medidas propuestas tengan un impacto limitado y lento; además, el principal impulso de la inflación es externo, lo que resta efectividad a medidas internas para controlarla.
No obstante, afirmó que el anuncio del gobierno es positivo en varios aspectos, ya que incluye la colaboración no coercitiva del sector privado para mitigar los aumentos de precios de la canasta básica de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), sobre la base de la cooperación.
Evita controles administrativos rígidos; muestra una legítima preocupación de la autoridad frente al fenómeno inflacionario; y reconoce que lo que se puede hacer para contener la inflación es reducir los costos de la economía e impulsar la oferta de bienes y servicios.
Al respecto, el CEESP indicó que la reducción de costos y el impulso a la oferta está presente en varios de los compromisos del gobierno en el plan, pero señaló que muchos puntos deberían ser parte de una agenda permanente del gobierno, en particular de la Secretaría de Economía y otras sectoriales, a fin de solicitar la actividad económica.
Por ejemplo, la reducción de varios aranceles, la extensión de los distritos de riego, la inversión en infraestructura pública y su mantenimiento y la evaluación científica del costo-beneficio de restricciones a productos como el glifosato, entre otros.
El organismo empresarial propuso un plan de trabajo a fin de aliviar las presiones inflacionarias en ese sentido, en el que incluía buena parte de los compromisos que posteriormente anunció el Gobierno federal.
