El sector del turismo y el tráfico aéreo en México se recuperarán del impacto de la pandemia de COVID-19 hasta 2023, una vez que los consumidores se sientan cómodo viajando, estimó Moody’s Investors Service.
En un reporte, apuntó que los sectores de exportación y aquellos dependientes del turismo en México permanecerán bajo estrés económico más allá de 2021, incluso ante la recuperación gradual del crecimiento económico a partir de la severa caída en este año a causa de la pandemia de COVID-19.
La calificadora internacional anticipó que el tráfico aéreo verá una recuperación lenta y será hasta 2023 que pudiera acercarse a niveles pre-Covid, dependiendo del desempeño de la industria de aerolíneas.
“Vemos poca mejoría en 2021 para los sectores de aerolíneas, aeropuertos y hotelería que han sido severamente afectados, pero otros enfocados al consumo, incluyendo alimentos empacados y telecom, verán una recuperación gradual”, consideró en un nuevo reporte.
“El PIB real de México caerá alrededor de 10.0 por ciento en 2020 antes de recuperarse a un crecimiento de 3.7 por ciento en 2021”, refirió el analista de Moody’s, Alonso Sánchez.
“Muchas compañías incrementaron su deuda y protegieron sus niveles de liquidez al reducir inversiones de capital, pagos de dividendos y gastos en general”, agregó.
El sector del turismo en México no volverá a la actividad registrada previo a la pandemia sino hasta 2023, debido a que su total recuperación dependerá de que los consumidores se sientan cómodos viajando, lo cual seguramente ocurrirá hasta que se encuentren ampliamente disponibles vacunas y tratamientos efectivos.
“Playa Resorts Holding, Grupo Posadas y otros hoteleros con operaciones de playa enfrentarán una lenta recuperación al considerar que están sujetos al turismo internacional y a un brote que todavía no ha sido contenido”, agregó Sandra Beltrán, analista de Moody’s y coautora del reporte.
La calificadora señaló que aunque el ambiente de consumo en México mejorará en general en 2021, el mercado de vivienda no se recuperará a los niveles previos a la pandemia sino hasta finales de 2022, ya que la fuerte caída en el empleo formal implica la caída en la demanda privada de hipotecas y vivienda.
El riesgo de liquidez se mantendrá elevado para la petrolera nacional Pemex en tiempos en los que cae su producción, existe una menor demanda de combustibles y enfrenta importantes vencimientos de deuda, añadió.
Asimismo, apuntó, la crisis y los cambios en la política energética estresan la calidad crediticia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que es el principal transmisor y distribuidor de energía del país.
fgr