El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) manifestó que, independientemente del año que inicie la prohibición de maíz transgénico procedente de Estados Unidos, vendría a complicar severamente el crecimiento del sector pecuario, principal consumidor del grano y del industrial.
Lo anterior porque se reducen las opciones de abasto para cubrir las necesidades que cada año son mayores ante una producción nacional deficiente.
“La medida provocaría fuertes incrementos en los precios del grano sin modificaciones genéticas, aunado a las primas que ya poseen por dicha característica, y que, además, repercutiría en un alza inflacionaria en el país importador”, aseguró la consultoría.
Cabe recordar que la Secretaría de Economía (SE) presentará a Estados Unidos un nuevo decreto sobre la prohibición del maíz transgénico en el país.
El Gobierno de México ofreció a esa nación extender hasta 2025 el plazo para iniciar con la prohibición en el país del maíz transgénico o genéticamente modificado.
En este contexto, GCMA agregó que no existe evidencia científica que pruebe que el maíz genéticamente modificado cause daños a la salud y destacó que, en general, los productores lo prefieren por menor uso de pesticidas.
Asimismo, por sus características mejoradas que les permiten mayor rentabilidad y por ser amigables con el medio ambiente
Por tanto, los efectos inmediatos serían menores rendimientos, mayor uso de pesticidas y mayores costos por segregar el grano; así como menor oferta mundial y mayores costos logísticos que implicarían mayores precios y, por ende, mayor inflación.
GCMA recordó que México es el principal importador de maíz estadounidense y el segundo comprador a nivel mundial. En 2022, habrá comprado cerca de 18 millones de toneladas, por un valor de casi 6 mil millones de dólares.
Detalló que las principales opciones para sustituir esas compras serían Ucrania y la Unión Europea, que en conjunto para 2022, tienen una oferta de grano libre de modificaciones genéticas de 40.6 millones de toneladas.
Sin embargo, indicó que la disponibilidad de este grano es muy espontánea dado que se moviliza rápidamente a China, Unión Europea y al Norte de África, por lo que para acceder a esta oferta se tiene que competir con mayor precio y mayor costo logístico.
Entre los principales productores del bloque se encuentran Francia, Rumania, Alemania, Polonia y Bulgaria; no obstante, de las 33.3 millones de toneladas que producirán estos países en el último ciclo, ya tendrían comprometidas casi 11.6 millones.
Mientras que la producción no transgénica de maíz de Estados Unidos, Brasil y Argentina, prácticamente no está disponible dado que se comercializa mediante pre contratos que se hacen desde la siembra.
Por ello, GCMA puntualizó que el proceso de segregar el grano de acuerdo con su clasificación y modificación genética generaría mayores costos de producción en granjas y altos costos logísticos para comercializadores y consumidores.
CEHR
