La industria automotriz consideró que lo peor de la crisis económica derivada de la pandemia por COVID-19 ya pasó, al registrar un ritmo de desaceleración menor en julio, por lo que ajustaron sus pronósticos para el cierre de 2020 con caídas de hasta 30 por ciento; sin embargo, previeron que les tomará cuatro años lograr niveles previos a la crisis sanitaria.
En videoconferencia de prensa, Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), comentó que sus pronósticos al cierre del año serían de una pérdida de 30 por ciento respecto al año pasado (tres millones 750 mil 841 fabricados), ya que es muy difícil que en cinco meses recuperen producción de 2019.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la producción de vehículos de México aumentó 0.65 por ciento en julio respecto al mismo mes del año pasado, lo que representó una fabricación de 294 mil 946 automóviles; con lo que rompió la racha de cuatro meses con cifras a la baja.
Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), dijo que esperan cerrar el año con la venta de 964,400 unidades, es decir, un ajuste a 26.8 por ciento desde un estimado previo de 30 por ciento, cuya colocación estimada era de 922,000 unidades.
“Este ajuste es resultado del comportamiento observado a lo largo del periodo junio y julio que ha resultado mejor a lo que habíamos estimado. Hay una respuesta importante al haber podido abrir los puntos de venta en la mayor parte del territorio nacional, aunque tienen restricciones en Veracruz, Puebla, Campeche y Colima, donde los pisos de venta están cerrados”, dijo Rosales Zárate.
También el Inegi reportó que el volumen de ventas de vehículos de julio fue menor a la caída registrada en junio, de 41 por ciento, cuando reportó ventas por 62 mil 837 unidades; y en el séptimo mes del año acumularon 72 mil 897 autos ligeros.
Por su parte, Óscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), afirmó que “no vamos tan mal como se pudo pensar”, por lo que también ajustó su pronóstico para el cierre de 2020, con la distribución total de 75 mil 308 millones de dólares, una reducción de 23 por ciento respecto a los 97 mil 834 millones del año anterior.
Lo anterior demuestra el optimismo de la INA, ya que en julio preveía un desplome de 24 por ciento, con 74 mil 743 millones de dólares; y en junio, el primer mes de reapertura, auguraban un descalabro de 32 por ciento, con 66 mil 594 millones de dólares menos en términos anuales.
Sin embargo, los tres actores de la industria automotriz afirmaron que los niveles récord que lograron en 2016 no podrán ser alcanzados hasta dentro de cuatro años, pues en estos momentos están enfocados en la recuperación para lograr cifras previas a la pandemia, pero la desaceleración del mercado ya venía registrándose.
JVR