La iniciativa de reforma en materia eléctrica que busca el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene implicaciones crediticias negativas para el sector, porque puede disminuir la transparencia operativa, desalentar la inversión, frenar la generación de energías renovables y probablemente aumentar el costo de la electricidad, alertó la agencia Moody’s.
Subrayó que es la tercera vez que desde el Poder Ejecutivo se busca fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en esta ocasión además se pretende desaparecer a los órganos reguladores de la industria, como la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), lo que afectará la confianza de los inversionistas, ya que se debilitaría la transparencia y el marco institucional del sector.
“De ser aprobada, es probable que la propuesta desencadene disputas legales internacionales, afecte la competitividad entre las inversiones extranjeras y se aparte de las prácticas regulatorias previamente acordadas. La propuesta se está debatiendo actualmente en la Cámara de Diputados, que tiene 180 días para aprobarla o rechazarla”, señaló Moody’s.
Pese a las críticas y ante su discusión, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que “los legisladores van ahora a manifestar si están a favor del pueblo, del consumidor, del usuario, o están a favor de las empresas, de los grupos de intereses creados”. Afirmó que se trata de ser honestos sin importar el partido político y definirse en favor de la sociedad.
En respuesta, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien consideró no viable que se apruebe la reforma como está establecida, comentó que “estamos nosotros con los mejores intereses de la sociedad, claro que nosotros no tenemos esa visión clasista, en donde dividimos a las personas de acuerdo a clase u orientación social”.
Sostuvo que es necesario tener una bandera de orden social y promoverla, porque si no lo hacen ante la opinión pública de que éste es su principio y visión siempre serán atacados. El organismo empresarial alertó que están en riesgo 44 mil millones de dólares en inversión privada con los cambios a los que se enfrentaría el mercado eléctrico mexicano de aprobarse la iniciativa.
REFORMA ATENTA ACUERDOS COMERCIALES
Luis de la Calle, director general de la consultora De la Calle, Madrazo, Mancera (CMM), aseveró que la contrarreforma eléctrica viola tratados comerciales, como el T-MEC, el acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT), el que tiene con la Unión Europea (TLCUEM), así como los tratados bilaterales de inversión.
“La principal potencial violación, porque esto es una iniciativa de ley todavía, está relacionada con el hecho de que México no tiene reservadas la generación y comercialización de electricidad en los tratados. Hay violaciones importantes en el trato con respecto al derecho internacional, mexicano y retroactividad”, aseveró.
El Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG) detectó que la imposición del pago de aranceles para algunas industrias y la interrupción de cadenas de suministro serían consecuencias que dejaría la posible reforma eléctrica en la actividad de comercio exterior.
Dijo que se atentaría contra la competitividad del país en el corto y largo plazos e incrementaría los costos de las tarifas eléctricas, tanto de familias como empresas, y se limitaría el acceso a energía asequible, segura, sostenible y suficiente, indispensable para el desarrollo industrial, social y económico del país.
En tanto, el director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Fausto Cuevas, abundó en que les preocupa lo que puede suceder si tienen que utilizar primero la energía que genere CFE antes que otras fuentes renovables, pues aseguró que la mayoría de las armadoras usan energías limpias para cumplir los objetivos de reducción de emisiones contaminantes.
Alberto Bustamante, director de comercio exterior y normalización de la Industria Nacional de Autopartes (INA), recordó que México está junto a Estados Unidos, país que tiene una de las energías más baratas de todo el mundo, por lo que “esta iniciativa podría tener una gran afectación” al encarecer las tarifas.
Al respecto, Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, expuso que las tarifas eléctricas de la CFE son muy altas, aunque con los subsidios que da a los consumidores, se piensa que es barata, pero “nada es gratis, porque se paga con los impuestos”.
ANR