Los productos más encarecidos y que potencialmente presentan un abasto crítico hacia delante debido al impacto de la sequía de los últimos 10 años son el frijol, con un incremento de 17.67 por ciento; el maíz, con 40.63 por ciento, y el azúcar, con 17 por ciento en el último año, estimó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
El organismo explicó que las razones de este cuadro de crisis de producción agrícola son varias, pero la de fondo es que se viene acarreando más de una década de sequía que ha reducido la productividad del campo mexicano, achicando cada vez más las cosechas de los productos agrícolas de consumo esencial en la dieta de los hogares del país.
El presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera, señaló que otro factor que golpeó al campo fue la pandemia de Covid-19 y la falta de apoyo de políticas públicas eficientes por parte del Estado que, buscando eliminar los intermediarismos y los fenómenos de corrupción, terminó por no apoyar de manera efectiva y oportuna a los pequeños productores agrícolas del país, teniendo dificultades para obtener fertilizantes, créditos refaccionarios y de avío.
“Esto aunado a los problemas de comercialización que van desde el establecimiento de precios de garantía, carencia de graneleras y seguridad en la cadena de abasto y suministro, factores que constituyen una foto de un sector agrícola en llamas”, abundó. Literalmente, dijo, el campo se encuentra a dos fuegos, el de la sequía y el de la falta de un sistema de apoyos, de una cadena de comercialización aceitada y de un sistema de seguridades para el sector que permita un trabajo productivo sostenible.