El peso mexicano sigue sobresaliendo entre las grandes monedas del mundo por su buen posicionamiento de apreciación frente al dólar, luego de que éste lunes se fortaleció 0.75 por ciento, equivalente a 12.32 centavos, para cerrar en 16.33 unidades por dólar, un nivel no visto desde agosto de 2015.
Este suceso se lleva a cabo días después de que se dieron a conocer las minutas de la reunión de política monetaria de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), en la que los miembros mostraron un tono más restrictivo de lo esperado.
Ante este hecho, la directora de Análisis de Banco Base, Gabriela Siller, destacó que la apreciación del peso es inusual en términos históricos, pues desde que existe un régimen de libre flotación cambiaria en México, el peso mexicao tiende a devaluarse en años de elecciones presidenciales en Estados Unidos.
“De hecho, históricamente cuando se había observado una apreciación a la par de elecciones, se debió a que el peso estaba corrigiendo las pérdidas de años anteriores, como sucedió en 2004 y en 2012. Este no es el caso del 2024, pues en los dos años previos, 2022 y 2023, el peso se apreció 5.01 por ciento y 12.96 por ciento respectivamente”, señaló.
Siller aseguró que la apreciación del peso contra el dólar se debe a los mismos factores que impulsan a la moneda de manera sostenida durante los últimos dos años. Entre ellos, están los flujos de divisas que llegan al país por exportaciones, remesas e inversión extranjera, la expectativa que México se beneficiará del nearshoring, así como el amplio diferencial entre la tasa de interés de México y Estados Unidos.
Durante la última reunión del 21 de marzo, Banxico bajó 25 puntos la tasa de interés referencia, dejandola así en 11 puntos base; el primer recorte en tres años, muy por encima de lo que ofrecen en Estados Unidos, en donde ésta se ubica entre 5.25 por ciento y 5.5 por ciento.
“La búsqueda de mayores rendimientos además favorece a México, pues en otras economías emergentes los bancos centrales han sido más agresivos con los recortes de las tasas de interés”, detalló la analista.
Otro aspecto que favorece al superpeso es que debido a los conflictos actuales en el Este de Europa y Medio Oriente y las tensiones políticas entre China y Estados Unidos, se espera que los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) sigan favoreciendo a economías emergentes con lazos fuertes con el país vecino.
“México es el principal socio comercial de Estados Unidos y la relación a través del T-MEC vuelve al país uno de los principales candidatos a verse beneficiado por el fenómeno del nearshoring durante los próximos años”, indicó la analista de Banco Base.
Agregó que la expectativa de mayores flujos de inversión dependerá de la estabilidad de la relación comercial entre ambos países; pero, señaló que hay “señales de un mayor proteccionismo después de las elecciones”.