La Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) informó que los avances en blockchain y las billeteras digitales puede ser una nueva forma de incentivar la inclusión financiera entre los migrantes.
En su informe “La inclusión financiera y el fenómeno de los migrantes”, la institución indicó que, si bien existe una población con bajos niveles de educación, dentro de este grupo hay personas con formación y habilidades laborales avanzadas.
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) plantea que, en un acto de igualdad financiera, es necesario que las soluciones de inclusión tengan en cuenta a los migrantes. Al respecto, el Felaban plantea que los avances de blockchain y billeteras digitales (tarjetas electrónicas) pueden ser una forma de incluir a este sector poblacional.
“En América Latina, la explosión de plataformas, aplicaciones y pasarelas para realizar pagos es un hecho sin precedentes”, destacó el análisis.
Ante esto, señaló que, durante la pandemia de Covid-19, el uso de billeteras digitales (tanto públicas como privadas) para la dispersión de los pagos fue crucial. Similarmente, la exigencia de no presencialidad y la velocidad de entrega de los recursos, dos temas que resaltaron a la hora de hacer un balance del tema.
Por otra parte, expuso que los flujos migratorios en México son altos, tanto por la entrada de venezolanos, haitianos, centroamericanos y colombianos, como por los nacionales mexicanos que viajan a Estados Unidos y Canadá en busca de mejores oportunidades de trabajo.
Con base en el libro de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), puntualiza que, en el campo de los servicios financieros, destacan los planes de algunas entidades bancarias que han empezado a tener en cuenta a los migrantes en sus planes y estrategias de trabajo.
Destacó que Banorte tiene una cuenta de ahorro denominada Enlace Digital, que le permite al refugiado contar con una forma financiera para acceder a un empleo formal y tener derechos y obligaciones que les da el Estado.
También menciona a BanCoppel, que, según la Agencia de la ONU para los Refugiados, es el primer banco en ofrecer servicios financieros a exiliados y aislados políticos.