Los impagos en las tarjetas de crédito empiezan a repuntar, en medio del aumento acelerado que registra el financiamiento bancario a través de este instrumento en un entorno de tasas de interés históricamente altas.
En mayo, el Índice de Morosidad (Imor) o cartera vencida fue de 3.01 por ciento del saldo del crédito neto otorgado, el mayor nivel en 17 meses, desde diciembre del 2021, cuando se ubicó en 3.28 por ciento, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
El crédito canalizado a través de plásticos bancarios ascendió a 479 mil 800 millones de pesos durante mayo, lo que representó un aumento anual y en términos reales (considerando inflación) de 14.7 por ciento, alzas no vistas desde el 2008, según datos publicados por el Banco de México.
Dentro de la cartera bancaria al consumo (además de tarjetas, incluye préstamos personales y de nómina, así como automotriz y para adquisición de bienes muebles) es el segmento que mayores incrementos presenta.
“(El aumento en este rubro) nos preocupa, porque las familias siguen apalancándose fuertemente, deteriorando sus ahorros y su poder futuro de compra. Asimismo, notamos que el uso de tarjetas de crédito en productos de primera necesidad está aumentando, lo cual es un indicativo negativo sobre la sostenibilidad de los hogares”, comentó Carlos Gómez, analista de Intercam Banco, en un análisis.
(El aumento en tarjetas de crédito) nos preocupa, porque las familias siguen apalancándose fuertemente, deteriorando sus ahorros y su poder futuro de compraCarlos Gómez, Analista de Intercam Banco
El presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Óscar Rosado, expuso que el incremento en los tarjetazos no sólo genera riesgos para las finanzas personales de los cuentahabientes, sino también para la morosidad de la banca.
Y todo indica que así es. Por ejemplo, el Índice de Morosidad Ajustado (Imora), que también incluye las quitas que hacen los bancos para limpiar sus balances, fue de 9.81 por ciento de los recursos prestados, el mayor nivel desde junio del 2022.
Si bien los niveles en el Imor y el Imora no son alarmantes, sí muestran un repunte considerable con respecto a los meses anteriores.
Al respecto, el Banco de México señaló, en el “Reporte de estabilidad financiera”, que la morosidad de la cartera total al consumo de la banca y sus sofomes vinculadas registró un ligero repunte a partir del cuarto trimestre del 2022, comportamiento que se explica por el incremento en los impagos en tarjetas de crédito, entre otros. De mayo del 2022 a igual mes de este año pasó de 3.02 a 3.07 por ciento.
“Durante el 2022 e inicios del 2023 (…) en efecto, se registró un aumento en los niveles de la probabilidad de incumplimiento de la cartera de crédito mediante tarjeta y automotriz, si bien ésta última continúa exhibiendo niveles reducidos”, añadió.
En efecto, se registró un aumento en los niveles de la probabilidad de incumplimiento de la cartera de crédito mediante tarjeta y automotrizBanxico, Reporte de estabilidad financiera
Tasas de doble dígito
La cartera vencida es diferenciada entre los bancos. De las 14 instituciones que participan en este sector, BanCoppel muestra la tasa más alta, con un nivel de 13.22 por ciento, dan cuenta las cifras de la CNBV.
Este banco presta 14 mil 111 millones de pesos en tarjetas de crédito, 26.4 por ciento de todo el financiamiento que otorga.
Le sigue Banco Azteca, con 7.07 por ciento. Estas dos entidades se enfocan en la base de la pirámide, es decir, en el sector de menores recursos.
Banca Mifel tiene un Imor de 9.12 por ciento, pero lo que presta en este sector apenas son 185 millones de pesos.
De los bancos más grandes, Santander es el que registra mayor cartera vencida, con 3.94 por ciento.
Altos intereses
Carlos acostumbra a ser totalero (pagar todo lo que consume). Tiene dos tarjetas de crédito, una de Banorte y otra en Inbursa. La primera la usa para las compras a meses sin intereses y la otra, para el gasto diario.
Hace dos meses, olvidó cuánto debía pagar para no generar intereses. “Recordaba que eran 18 mil y fracción, pero lo olvidé”. Decidió abonar 18 mil pesos. Un mes después que llegó su estado de cuenta, se percató que la cantidad total eran 18 mil 430 pesos y que, por no haber pagado 430 pesos, terminó “regalando” 900 pesos de intereses.
“Me dio tanto coraje, que por mi cabeza pasó el no pagar más, es un exceso lo que cobran de intereses, pero dejar de pagar podría ser peor, los intereses me comerían y me sumaría al segmento de morosos”.
Carlos puede enfrentar su deuda; sin embargo, hay otras personas que no pueden y están en riesgo de caer en morosidad.
“Si las tasas de intereses permanecen vigentes o no se refleja un aumento en el nivel de ingreso de los trabajadores, seguramente va a llegar un punto en que las personas no van a poder liquidar estos créditos o, en dado caso, enfrentarán las altas tasas que harían todavía más difícil pagar los créditos en su momento”, comentó Héctor Magaña, profesor del Tecnológico de Monterrey.