Crédito crece: Banxico

Tarjetazos aumentan 14.6% en marzo; es su mayor nivel desde 2008

Familias financian gasto corriente con plásticos debido a la inflación; CNBV reporta ya incremento en impagos

Tarjetazos no paran: tienen su mayor aumento desde 2008
Tarjetazos no paran: tienen su mayor aumento desde 2008 Foto: Pixabay

Los tarjetazos siguen a la orden del día, pese al alza en las tasas de interés. El financiamiento con plásticos bancarios creció 14.6 por ciento en términos reales (considerando inflación) durante marzo, frente al mismo periodo del 2022, informó el Banco de México (Banxico).

Se trata del mayor incremento desde mayo del 2008, es decir, previo a que se suscitara la crisis financiera a causa del colapso hipotecario en Estados Unidos.

“Las cifras reflejan una persistente aceleración del segmento en los últimos meses”, señaló BBVA México, en un reporte.

De acuerdo con analistas, esta situación está relacionada -en parte- con el hecho de que muchas familias mexicanas están financiando su gasto corriente (el día a día) con su tarjeta de crédito, debido a los elevados niveles inflacionarios que se registran en el país y los menores ingresos que dejó la pandemia en diversos casos.

Al respecto, el presidente de la Condusef, Óscar Rosado, comentó que esta práctica puede deteriorar la salud financiera de los hogares, además de incrementar los niveles de morosidad de la banca.

Datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores reflejan ya un aumento en los niveles de impagos de los plásticos bancarios, aunque aún son moderados.

En febrero (último dato disponible), el Índice de Morosidad fue de 2.76 por ciento, el mayor nivel desde mayo del 2022.

“Continuamos con nuestra expectativa de un 2023 más difícil para los hogares debido a la alta inflación, los incrementos de tasas y el sobreapalancamiento, por lo que prevemos aumentos en morosidad y una moderación en el ritmo de colocación por saturación”, comentó Carlos Gómez, especialista de Intercam Banco, en un análisis.

Financiamiento al consumo

Este rubro aumentó 10.3 por ciento en marzo a tasa anual, con lo cual mantiene un dinamismo importante. En el mes registró un saldo de 1.24 billones de pesos. Esto implica que contribuye con 22 por ciento de lo que presta la banca al sector privado no financiero, el cual también incluye crédito a empresas y vivienda.

Además de las tarjetas de crédito, en el segmento de consumo están los préstamos de nómina y personales y los relacionados a bienes de consumo no duradero, entre ellos automotriz y bienes muebles.

De acuerdo con BBVA México, a pesar del dinamismo observado en el último año en el financiamiento al consumo, éste aún se encuentra 3.1 por ciento por debajo de su nivel previo a la pandemia de Covid-19, es decir, durante febrero de 2020.

Lo anterior es resultado de una disminución de 19 por ciento en los créditos personales, 10.1 por ciento en el financiamiento automotriz y 3.2 por ciento en los saldos de tarjetas de crédito, explicó la entidad financiera.

Ante este dinamismo, “hay señales de deterioro en algunos segmentos (en torno a los impagos). En el caso del crédito al consumo, la morosidad en febrero del 2023 fue de 2.96 por ciento de la cartera de crédito, ligeramente menor a 2.97 por ciento registrado en enero, aunque con aumentos en los segmentos de tarjetas de crédito y créditos personales”, señaló el grupo financiero.

Altas tasas de interés

El aumento de precios en México muestra signos de desaceleración, aunque persisten presiones en diversos rubros como alimentos y servicios.

En la primera quincena de abril, la inflación registró una tasa anual de 6.24 por ciento, después de rondar 8 por ciento en meses previos.

“Se espera que la inflación cierre el año en una tasa anual de 5.1 por ciento y es probable que se den revisiones a la baja si sigue desacelerándose”, comentó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.

Ello implica que finalizaría 2023 por arriba del objetivo del banco central, de entre 2 y 4 por ciento.

Ante este escenario, Banco de México inició una tendencia alcista de su tasa de referencia y la llevó a 11.25 por ciento, un nivel nunca visto.

“A pesar de la desaceleración de la inflación, se sigue esperando con mayor probabilidad que el Banco de México suba su tasa de interés en 25 puntos base, a 11.50 por ciento, en donde se estima que podría terminar su ciclo alcista”, expuso la analista.

Analistas prevén que Banco de México está cerca de finalizar su ciclo alcista en el llamado precio del dinero, para empezar a descender a finales del año o principios de 2024.