Los temores por la variante de COVID-19, Ómicron, impactaron directamente en el precio de los combustibles, tras los pronunciamientos del director ejecutivo de Moderna, que impulsó las preocupaciones sobre la demanda del crudo.
De acuerdo con Reuters, los futuros del crudo Brent cayeron en 2.87 dólares, o un 3.91 por ciento, a 70.57 dólares el barril, tras tocar un mínimo intradiario de 70.22 dólares, su nivel más bajo desde agosto.
Los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos cayeron en 3.77 dólares, o un 5.39 por ciento, para ubicarse en 66.18 dólares el barril.
"La amenaza a la demanda de petróleo es genuina", dijo Louise Dickson, analista senior de mercados petroleros de Rystad Energy. "Otra ola de confinamientos podría generar una pérdida de hasta tres millones de barriles por día de demanda de petróleo en el primer trimestre de 2022".
El petróleo se desplomó alrededor de un 12 por ciento el viernes junto con otros mercados por temor a que la variante Ómicron provocara nuevos confinamientos y afectara la demanda mundial del combustible. Aún no está claro qué tan grave es la nueva variante.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que el banco central de Estados Unidos probablemente discutirá la aceleración de su programa para reducir las compras de bonos en su próxima reunión de política monetaria, en medio de una solidez de la economía y las expectativas de que un aumento de la inflación persistirá hasta mediados del próximo año.
Tras los comentarios de Powell, los precios del petróleo, especialmente los futuros del crudo estadounidense, cayeron junto con los principales índices de Wall Street, que perdían más del 1 por ciento.
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