A pesar de que el sistema financiero mexicano entró a la crisis económica provocada por el COVID-19 con una posición sólida, el avance de la pandemia en el país podría generar riesgos y afectar su operación, reconoció Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México (Banxico).
Durante la presentación del reporte de estabilidad financiera correspondiente al primer trimestre del año, el Gobernador del Banco Central indicó que las perspectivas económicas y financieras del país se han deteriorado, por lo que darán puntual seguimiento para identificar los riesgos que se presenten.
Dentro de los riesgos para el sistema financiero nacional que detalló Banxico destacan: la desaceleración de la economía global, incertidumbre ante la reactivación económica, volatilidad en los mercados internacionales y el cambio de portafolio de los inversionistas hacia activos de menor riesgo.
“Aunque las perspectivas financieras se han deteriorado, el sistema financiero mexicano se encuentra en una posición de capital y liquidez sólida, elemento de gran importancia para enfrentar un entorno de debilidad económica y sostener el financiamiento a empresas y hogares”, destacó.
Por su parte, Javier Guzmán, subgobernador del Banco de México, añadió que la baja en la calificación crediticia del Gobierno federal es un riesgo latente para el sistema financiero, así como la de Petróleos Mexicanos (Pemex), tal y como lo han señalado las agencias calificadoras.
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