De concretarse la construcción de las primeras mil 350 sucursales del Banco del Bienestar que propone la actual administración para 2020, el costo de operación anual alcanzaría entre cinco y siete mil millones de pesos, lo que significa un costo unitario de cinco millones de pesos, estimó Mario Di Constanzo, expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
En entrevista con La Razón, Di Constanzo señaló que los costos son un tema que debe considerar el Gobierno, toda vez que se tiene que contemplar los precios de la estrategia de telecomunicaciones, equipo, seguridad, ciberseguridad, personal, etcétera.
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Principalmente, especificó, un tema que es muy costoso es el que se contempla para la regulación bancaria, pues necesario que se adquieran softwares, para cumplir la normativa.
En este sentido, Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), sostuvo que si bien el costo de operación dependerá del tamaño de las sucursales, sí se estima que la inversión sea superior a los 10 mil millones de pesos que contempla el Presidente Andrés Manuel López Obrador sólo para la construcción de las unidades financieras.
“Con la sola cifra que el Presidente marcó es demasiado el gasto que se hará. Y sólo será para este año, porque también comentó que destinará el mismo monto en 2021. Generalmente, las obras en México terminan costando más de lo que se dice. El costo actual es irreal; además, construir poco más de mil sucursales en un año es muy costoso”, destacó.
El mandatario nacional informó que se aprobó el inicio de la construcción de dos mil 700 sucursales del Banco del Bienestar. Tan sólo este año se contempla edificar mil 350 y en 2021 las otras mil 350 unidades.
“Estamos enfrentando el problema que se dispersan los fondos, pero en estados como Chiapas, Oaxaca, Veracruz y otros, tienen que ir a cobrar sus apoyos a sucursales bancarias que están a tres horas o a cuatro horas de donde viven. Existen bancos en las ciudades, nada más, en el medio rural no hay, ni en municipios del país”, señaló el mandatario.
Sin embargo, para Sánchez Tello, el desarrollo bancario va de la mano de la economía, por lo que una persona que vive en Chiapas prefiere tener garantizados los servicios, antes que tener que aceptar una tarjeta de crédito.
FORTALECER DIGITALIZACIÓN. Para los analistas, el Gobierno federal ignora la red Telecom con la que cuenta México, así como los corresponsales bancarios; es decir, las tiendas de autoservicio donde se puede hacer depósitos, transferencias y recibir dinero; que cuentan con 48 mil puntos en el país.
“Ese programa es inviable. Se puede gastar menos de la mitad en tratar de bancarizar de manera digital a la gente que está más rezagada. Si de esos 10 mil millones de pesos que se van a destinar para construir las sucursales, se van a programas sociales, con 2 mil millones podrían bancarizar y el resto del monto irse a salud”, señaló Jorge Sánchez en entrevista.
Por su parte, Mario Di Constanzo puntualizó que la banca por Internet es la alternativa para la bancarización, ya que lo que propone el Presidente es ir en contra de la lógica de mercado.
“El Presidente da este anuncio en un contexto donde la tendencia bancaria es sin sucursales; es decir, digital. Es un despilfarro de dinero”, dijo.
Finalmente, Jorge Sánchez indicó que esta propuesta va en contra de la austeridad, ya que, aunque tiene buena intención, estas decisiones reflejan un mayor “despilfarro de dinero público”.
“Hay otras formas de bancarizar a la gente de una manera más económica, es lo que han hecho en Africa, han bancarizado con teléfonos celulares”, sostuvo.
