En unas horas se habrán cumplido cuatro años del gobierno de Felipe Calderón; habrán concluido dos tercios de la gestión del segundo presidente surgido de la derecha y que, a decir de no pocos, ha sido un fracaso.
De acuerdo a las encuestas cíclicas que distintos medios presentan para pulsar la evolución de las preferencias ciudadanas en torno al gobierno federal, por ahí del 50% de los encuestados reprueba a Felipe Calderón, mientras que poco más del 40% mantiene su apoyo y esperanza en el segundo gobierno azul. ¿Por qué la desesperanza y la pérdida de la confianza en la gestión de Calderón?
Las razones abundan; y van desde la decepción por el fallido “gobierno del empleo”, hasta lo que algunos consideran como la “equivocada lucha contra el crimen”; y la percepción de que la violencia criminal aumenta sin control mientras municipios y estados completos están en manos del crimen y el narcotráfico. Y sin duda que otros hablarán del fracaso educativo, social, democrático, de impartición de justicia…
Y en efecto, abundan las razones por las que se podría argumentar que a cuatro años ha fracasado el gobierno de Felipe Calderón. Sin embargo, también menudean los indicios de que el mayor fracaso no está sólo en la gestión de gobierno, sino que la falla más grande y significativa está en el fracaso cultural de la derecha. ¿Por qué? Porque la derecha panista nació hace más de siete décadas para confrontar a los gobiernos de la revolución, al PRI, y siete décadas después el PAN es el principal promotor del regreso del viejo partido tricolor.
¿Qué significa la aplastante derrota electoral del PAN en las elecciones intermedias de 2009? ¿Qué significa que en 2010 el PAN haya tenido que recurrir a una alianza con el PRD para romper la tendencia ganadora del PRI y la perdedora de los azules? ¿Qué significa que el fugado en la elección de 2010 no haya sido un azul, como ocurrió con Fox en 2000?
¿Qué debemos entender con el regreso de AMLO como potencial candidato presidencial de un sector de la izquierda?
¿Cómo explicar a los panistas, simpatizantes azules o potenciales votantes del partido en el poder, que el PAN y el gobierno de Calderón han sido incapaces de construir un líder, precandidato o por lo menos aspirante exitoso al 2010?.
¿Cómo explicar que el PAN intenta de manera desesperada otra alianza con el PRD, para no ser aplastado en el Estado de México? ¿Y cómo explicar que el gobierno de Calderón fue omiso en la persecución de los secuestradores de Diego Fernández, mientras que pacta una alianza con los pillos del SME? Lo cierto es que asistimos al fracaso cultural del PAN.
Dice Felipe Calderón que sería una tragedia volver al pasado. Pero su gobierno y su partido hacen todo por el regreso del PRI.
EN EL CAMINO. Hace un par de semanas, la generosidad de Pablo Hiriart y de quienes hacen posible La Razón, me brindó una impagable hospitalidad que hoy llega a su fin. Ese tiempo nos permitió meditar y buscar una nueva casa, en la que muy pronto continuaremos. Gracias infinitas.
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