José Manuel Herrera.
Parece haber consenso en que el sector energético mexicano debe reformarse. El país corre el riesgo de convertirse pronto en un importador neto de energía, pese a contar con grandes recursos. El CIDAC y el IMCO presentaron sus diagnósticos y propuestas de reforma. Por su seriedad son lecturas obligadas:
CIDAC. El Centro de Investigación para el Desarrollo (cidac.org), dirigido por Verónica Baz (@VeronicaBaz), publicó recientemente 3 Dilemas. Un diagnóstico para el futuro energético de México, donde se analiza el contexto internacional producido por la revolución estadounidense de petróleo shale y gas shale; el obtáculo que significa para una reforma profunda la simbiosis ideológica y política entre Pemex y el Estado mexicano, y la necesidad de considerar todos los mercados energéticos (petróleo, gas, electricidad, energías renovables) para la definición de una estrategia integral que promueva el desarrollo del país. ¿Le interesa? Lo puede consultar en http://bit.ly/12rJ43e
IMCO. El Instituto Mexicano para la Competitividad (imco.org.mx), dirigido por Juan Pardinas (@JEPardinas) presentó ayer su estudio Nos cambiaron el mapa: México ante la revolución energética del siglo XXI, donde a partir de la premisa de que “La propiedad original de los hidrocarburos es y deberá seguir siendo de la Nación”, pone sobre la mesa su visión del sector que el país necesita. Nos dice que mientras el resto del mundo ha vivido una revolución energética y se compite por el talento, la inversión y el acceso a la tecnología, México sigue con un sistema pensado para mediados del siglo pasado. Actualizarlo requiere reformas constitucionales. Este documento puede revisarlo en http://bit.ly/1aqJxfO
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