José Manuel Herrera.
En los primeros cuatro años del gobierno de Felipe Calderón, el ingreso promedio de las familias mexicanas se redujo 14.6% en términos reales. Hoy sabremos si la pérdida continuó en los últimos dos años de su gobierno.
Según su calendario de publicaciones, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), presidido por Eduardo Sojo, dará a conocer hoy los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) correspondientes al año del 2012, el último de la administración de Felipe Calderón.
Con esta información podrá evaluarse el resultado de los seis años de su gestión, ya que a la fecha sólo conocemos la evolución del ingreso y el gasto de las familias hasta el año 2010.
Recordemos que el objetivo de esta encuesta es conocer el monto, procedencia y distribución de los ingresos y gastos de los hogares nacionales y extranjeros que residen en el territorio nacional. Además, proporciona información sobre las características ocupacionales y sociodemográficas de los integrantes de los hogares, así como las características de la infraestructura de la vivienda y el equipamiento de las viviendas.
A partir de 1992 se realiza cada dos años y sus resultados son representativos a nivel nacional y con base en la ampliación de la muestra en las entidades federativas, también se genera información con representatividad estatal.
Con estos datos sabemos que entre el 2006 y el 2010 el ingreso corriente trimestral promedio de los hogares en el país pasó de 40,908 millones de pesos (del 2010) a 34,936 millones de pesos; esto es, registró una caída real acumulada de 14.6 por ciento. Y aunque usted no lo crea, según el INEGI, las familias más afectadas en términos relativos fueron la más ricas, que registraron una pérdida de su poder adquisitivo de 18.9%, seguidas de las más pobres, que redujeron su poder de compra en 15.5 por ciento. Aún así, el ingreso entre el 10% de los hogares más adinerados y el 10% de los más pobres se mantuvo en 19 veces.
Si el INEGI reporta hoy una recuperación del ingreso de las familias, ésta deberá ser de cuando menos el 17.1% para regresar a los niveles observados a finales del 2006; si no es así, el de Calderón será oficialmente un sexenio perdido en materia de bienestar.
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