La inequidad en el ingreso

José Manuel Herrera.

Tan grave como la pobreza es la inequitativa distribución del ingreso en México. De acuerdo con el INEGI la diferencia entre las percepciones de las familias más ricas y de las más pobres es de 19 veces.

Han sido una constante en los diagnósticos de organismos internacionales sobre México, las llamadas de atención sobre el lastre que significa para el desarrollo la inequitativa distribución del ingreso. Por ejemplo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el capítulo 5 “Reducing income inequality while boosting economic growth: Can it be done?”, de su Economic policy reforms. Going for growth , destaca al país como el segundo con la peor distribución del ingreso dentro de esa organización.

¿Cómo lo mide? Primero, a través del Índice de Gini, un indicador de la concentración del ingreso que toma valores entre cero y uno (Cuando el valor se acerca a uno indica que hay una mayor concentración y viceversa, cuando el valor de este índice se acerca a cero la concentración es menor). En el caso México este valor es de 0.440 puntos, que lo ubica como el país más inequitativo sólo después de Chile, pese a la marcada reducción que este índice ha registrado en los últimos años.

La segunda medida es dividiendo el ingreso medio que recibe el 10% de los hogares mexicanos más ricos entre el ingreso del 10% de las familias más pobres, lo que da como resultado de 19 veces; mientras que la diferencia promedio entre los países de la OCDE es de nueve veces.

En la gráfica abajo se presenta la distribución del ingreso en el 2012 de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que el martes liberó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Los hogares se agrupan de acuerdo con el ingreso que perciben y a cada uno de esos grupos se les conoce como “deciles” porque se agrupan en 10 conjuntos de igual tamaño (3’155,946 familias).

El primer decil está integrado por la décima parte de los hogares que tienen los menores ingresos, mientras que en el último decil, por la décima parte de los hogares con mayores ingresos.

Así, 10% de las familias más adineradas concentran el 34.9% del ingreso, mientras que el 10% de las más pobres reciben sólo 1.8 por ciento. Una proporción que, por cierto, no ha cambiado mucho en las últimas décadas.

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