Movimiento estudiantil (1968) y magisterial (2013)

Salustio García Juárez

El llamado Movimiento Estudiantil de 1968 comenzó de la manera más intrascendente y terminó en Tlatelolco en 1968 con grandes lecciones. El movimiento de la CNTE es importante desde que arranca y sus objetivos son claramente desestabilizadores. ¿Lo lograrán?

El denominado movimiento estudiantil empezó el 26 de julio de manera trivial, con una pelea en la Ciudadela, entre estudiantes de la Vocacional 7 del IPN y de la Preparatoria Isaac Ochoterena, incorporada a la UNAM. El asunto fue creciendo, politizándose, y aglutina a los estudiantes de las diversas instituciones de educación superior, en un principio de la ciudad de México y posteriormente del interior de la república. Se enarbolaron demandas ajenas a los estudiantes, como la destitución del Jefe de la Policía del DDF y la desaparición de los delitos de disolución social, mediante marchas entre las que destacó la llamada Marcha del Silencio. Las fuerzas gubernamentales ocuparon los campus de la UNAM, del IPN y de la Normal, para terminar con dicho movimiento el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Se acercaba el 12 de octubre —inicio de los Juegos Olímpicos— y era prioritario que el país estuviera en calma. Es un parteaguas en la historia de México y sus consecuencias a la fecha están presentes.

Es importante señalar que lo acontecido en México fue una más de las manifestaciones de descontento mundial que se realizaron previamente en Europa, principalmente en Francia en mayo de ese año, en el que los estudiantes pugnaron por cambiar las condiciones presentes en ese momento.

Actualmente la situación en nuestro país es muy diferente a la de 45 años atrás, económica, política y socialmente. Sin embargo, exactamente desde el 1 de diciembre, se han presentado manifestaciones que buscan la desestabilización del sistema político y de la sociedad; las que se han repetido sistemáticamente. Actos de provocación al gobierno sin respuesta de parte de éste.

Pero lo más preocupante es que con motivo de la reforma educativa los docentes en contra de la misma, agrupados en diversas secciones de la CNTE, se han apropiado prácticamente desde julio de la ciudad con sus meticulosos plantones —en el Zócalo por 26 días—, con demandas absurdas y con el objetivo de afectar lo más posible el quehacer diario de la ciudadanía.

Movimiento al que se han sumado facciones subversivas como el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y resabios de Yo soy 132. Son cerca de 30 mil los negocios afectados y las pérdidas económicas estimadas por estos eventos ascienden a casi mil 110 millones de pesos sólo en el centro de la ciudad de México, además de las pérdidas hombre y la funesta imagen que se proyecta en el exterior como destino turístico.

Las acciones se han ampliado a diversas entidades federativas por lo que la sociedad exige al gobierno no la represión, como en 1968, simplemente la aplicación de la ley o en su ausencia, como ya parece ser, continuar viviendo en la más absoluta anarquía.

salustiovi@hotmail.com

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