Convencer, argumentar y explicar por qué la liberación en el precio de las gasolinas es una medida que a mediano plazo beneficiará la economía y la competitividad de México es lo que ha faltado en el Gobierno federal. Al contrario, ha dejado que siga su rumbo el enojo social, como si se fuera a diluir algún día y no acumularse a otros factores por los cuales la sociedad se siente agraviada.
No se trata de reprimir las movilizaciones ni esperar a que crezcan y se tornen más violentas, sino de enfrentarlas con una estrategia de comunicación efectiva que ponga énfasis en los beneficios de la medida.
Sobre todo en que el gobierno ya nada tiene qué ver en los precios del combustible, pues éstos ya se regirán por la ley de la oferta y la demanda, como en cualquier otro país, lo cual implica que no se crearán más impuestos para poder mantener el subsidio que tantos reclaman de regreso.
Hacer ver a la sociedad mexicana que las gasolinas o la electricidad y el agua también cuestan, que no son gratis y debemos pagar lo justo por ellos, de la misma forma que, por ejemplo, compramos de noviembre de 2015 a noviembre de 2016 un millón 411 mil 105 vehículos nuevos, compramos productos por un total de 86 mil 900 millones de pesos durante el pasado Buen Fin o gastaremos 16 mil 343 millones de pesos para los regalos de este Día de Reyes.
De otra forma, se estará entregando el país a los promotores del retroceso.
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Aplicar la ley es la única fórmula contra los actos vandálicos que se están perpetrando con el pretexto de manifestarse contra el aumento en el precio de las gasolinas. Un grupo muy organizado se dedicó ayer a saquear un supermercado en el municipio de Nicolás Romero, Estado de México, robando al estilo de la CNTE chiapaneca pantallas, ropa, electrodomésticos, comida…
Otros grupos en otros puntos del país ordeñaron pipas de Pemex y saquearon tiendas de conveniencia y gasolineras.
Esa rapiña y las acciones para generar violencia son lo que se debe frenar en seco.
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Violación a los derechos de los infantes en la delegación Venustiano Carranza, a cargo del perredista Israel Moreno: para el Día de Reyes los menores que aspiren a recibir uno de los 14 mil 801 juguetes que la demarcación repartirá deben presentar copia de la credencial para votar de sus padres, además de copia de su propia CURP.
El delegado cometió la imprudencia de publicar ese condicionamiento en la Gaceta Oficial de la CDMX, lo cual es prueba institucional para las averiguaciones que procedan por este abuso a niños y niñas que esperan un regalo el próximo 6 de enero.
Y para documentarlo gráfica y presencialmente habrá que estar atentos al anuncio de la delegación sobre la hora en que se entregarán los juguetes a cambio de las credenciales para votar.
Práctica recurrente del delegado Moreno, quien en abril de 2016 también pidió a ciudadanos credenciales de elector y 75 pesos a cambio de una despensa, mientras promovía a su hermano Julio César Moreno como candidato a la Constituyente.
Por supuesto, su pariente ya es parte de esa Asamblea.
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