Arrancó campaña la exgobernadora de Yucatán, exsecretaria general del PRI y actual diputada por ese partido, Ivonne Ortega, con miras obvias a la contienda presidencial del 2018. Pero lo hace, marcando distancia con el actual gobierno de Enrique Peña y con un discurso más cercano al obradorismo.
Para empezar presentó el lunes pasado el movimiento “Hazlo por México”. Un “movimiento”, como hizo en 2012 Andrés Manuel López Obrador, tras perder la elección presidencial, lo que le permitió mantenerse en campaña burlando las leyes electorales. Con este “movimiento” la diputada recorrerá el país mostrando sus propuestas, incluidas ya en un par de videos.
En uno de ellos, titulado“¿Qué hubieran hecho ustedes?” (respondiendo a la pregunta del Presidente Peña), Ivonne Ortega propone, por ejemplo, bajar el precio de la gasolina y el diesel, impulsar nuevas refinerías (como AMLO) y transparentar los ingresos del petróleo para que “ahora sí” la riqueza del país se sienta «en el bolsillo de los mexicanos».
Con ese “ahora sí”, lo que dice es que hasta ahora, con el gobierno de Enrique Peña, está ocurriendo lo contrario. Pero ahí no queda.
También propone apostar a los ferrocarriles, bajar sueldos y pensiones (como AMLO) de presidentes, diputados, senadores, altos funcionarios, reducir gastos de transportación terrestre y aérea, combatir “pero de verdad” la corrupción, “democratizar los medios de comunicación” y cambiar el modelo económico.
Propuestas de una aspirante priista que quiere parecer no priista, descalificando lo hecho por los gobiernos de su partido. Sólo le faltó incluir a “la mafia del poder”, como la responsable de todos los males reales e imaginarios del país.
Como AMLO.
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División entre el sector empresarial quedó de manifiesto el lunes con la firma del Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar.
Signó el pacto Juan Pablo Castañón, líder del Consejo Coordinador Empresarial, pero el sector patronal, representado por la Coparmex, encabezada por Gustavo de Hoyos, rechazó firmar el acuerdo por ser “improvisado” y “polarizante”.
“No nos gustó la propuesta inicial del Gobierno, era polarizante. Señalaba a los empresarios como responsables de los aumentos de precios. En el documento final esto fue eliminado, pero tuvo un mal comienzo: culpar a los empresarios de los errores del Gobierno, y polarizar no fue buena idea”, acusó el dirigente patronal.
Castañón reviró que el documento no es improvisado y recordó a la Coparmex que él firmó “a nombre de todas las organizaciones” empresariales.
Lo que faltaba: desacuerdos entre los hombres del dinero, que no hacen más que fracturar el naciente acuerdo.
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Nepotismo como forma de gobierno empieza a aplicar el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, al designar a su yerno, Jared Kushner, como su asesor principal.
Sí: el amigo del amigo de nuestro Canciller, Luis Videgaray.
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