Policías asesinados, golpeados, atropellados…, sin que los gritos de políticos y activistas exigiendo justicia se emitan, estamos presenciando y solapando con el silencio, en los actos delictivos organizados con el pretexto del aumento en el precio de las gasolinas, lo que nos proyecta al mundo como un país en franco deterioro moral.
El miércoles, en la Ciudad de México, delincuentes dedicados a la rapiña y el saqueo asesinaron a un agente de la Secretaría de Seguridad Pública que intentó detenerlos y otros cinco resultaron heridos. El sábado, en Rosarito, Baja California, un sujeto a bordo de una camioneta arrolló a elementos de la Policía Federal: siete elementos fueron lesionados y uno de ellos está al borde de quedar paralítico.
¿Que es parte del trabajo de un policía arriesgar la vida? Sí, pero un crimen es un crimen y los responsables deben ser detenidos y puestos ante la justicia.
Esos delitos, como hasta ahora ha sido, no deben quedar en la impunidad.
Por ejemplo, en 10 años de la lucha contra el crimen organizado, 388 soldados y marinos y casi un millar de policías federales fueron asesinados, sin que nadie, salvo sus familias y compañeros, exigieran justicia para ellos.
Porque estamos entrando en una cínica espiral de violencia que nada tiene qué ver con carencias económicas o alimentarias. Vaya, lo saqueado en estos últimos días no fue precisamente comida, como para alegar que hay hambre. No: de los más de 400 comercios y supermercados saqueados se robaron pantallas, consolas de videojuegos, cámaras fotográficas digitales, relojes, electrodomésticos, ropa, bebidas alcohólicas…
Es odio, no hambre, lo que reflejamos.
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Injusto sería atribuir a Morena la organización directa de los actos de pillaje y vandalismo de la primera semana del año. Pero lo cierto es que hasta ahora su líder, Andrés Manuel López Obrador, no ha emitido una condena ni mucho menos ha pedido la aplicación de la ley contra los responsables de estos hechos deleznables.
Al contrario, los justifica diciendo que entre los saqueadores hay gente enojada a la que “la mafia del poder” está manipulando.
Eso, sumado a los 16 años que lleva difundiendo que todos son corruptos menos él, que hay una “mafia del poder” dedicada a “entregar el país a los extranjeros”, que se requiere un “cambio de régimen” y que él y su partido son la salvación del “pueblo bueno”, lo hace indirectamente responsable de buena parte de los sucesos de los últimos días.
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De papel fue la corrección que hizo el delegado en Venustiano Carranza, Israel Morena, para que la entrega de juguetes a menores el pasado Día de Reyes no se condicionara a la exclusiva presentación de la credencial para votar de sus padres.
El miércoles el delegado informó que con cualquier documento de identificación de los padres bastaba, pero el viernes, en la plaza Adolfo López Mateos de la demarcación, los trabajadores de la Dirección General de Desarrollo Social exigieron la credencial del INE de sus padres a los niños y las niñas formados para obtener un regalo.
Así exhibió el valor de su palabra y de su firma.
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