Francisco Céspedes: ¿dónde está la vida?

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Francisco Céspedes: compositor y vocalista cubano-mexicano que se impuso en los espacios del bolero y la balada a finales de los años 90 con el álbum La vida loca (1998), suceso en la canción hispana celebrado por el público y la crítica especializada de México, España, Chile, Estados Unidos y Perú. Filin, resonancias brasileñas y jazz glosados por una voz de compensado registro de barítono. ¿Dónde está la vida? (2000), Con el permiso de Bola (2006) o Te acuerdas (2009): fonogramas muy estimados por los amantes de la canción romántica.

Francisco Céspedes. Desde el Teatro Karl Marx (Warner Music, 2017): CD/DVD con 19 temas y 21 cortes del concierto en el emblemático recinto habanero. Producción musical de Aneiro Taño/Francisco Céspedes; presentación de Leo Brower; dueto con Pablo Milanés. Jorge Pinedo, sax, teclado, coro, dirección; Julio Baró, piano, coros; Gonzalo Grasetti, guitarra, coros; Yadiet Redonet, bajo acústico/eléctrico; Ruben Oyalvides, batería. Quinteto reforzado con 3 trompetas y dos trombones.

Entra el maestro Leo Brower y presenta al hijo de Santa Clara y la ovación se impone. Pancho decide empezar con “¿Dónde está la vida?” en una recitación desbordada en los filos de la emoción secundada por un coro de más de 5 mil almas. Prosigue la ronda con “Parece que”, “¿Qué hago contigo?”, “Todo es un misterio”, “¿Por qué?”, “Se me antoja”, “Pensar en ti/Nadie como tú/ Señora”. Entra Pablo Milanés para un dueto cargado de nostalgias entretejidas en “La felicidad” (Milanés). “Remolino” (Amaury Gutiérrez) es pronunciada con fervores briosos (“Este tiempo sin tu amor / cómo te extraño / y cómo sangra la herida/ y se me acaba la vida”): al final Céspedes lanza un grito: ¡Cuba!, que retumba en todos los cobijos del teatro de Miramar.

El gran éxito, “Vida loca”, irrumpe desde un arreglo de sosegada concepción melódica y sugerentes elementos armónicos suscritos por obstinados clústeres del piano. El coro se balancea y las inflexiones de Céspedes derraman pedazos de congojas sobre los conformes instrumentales (“De esta vida loca, loca, loca / con su loca realidad / que se ha vuelto loca, loca, loca / por buscar otro lugar / pero te provoca / este sufrimiento / y no me abandona /porque a mí me toca / esta vida loca”). El público pide más, entran los bemoles de “Vida, vida” (“Vida tú, vida yo / vida esa lágrima / que no escondo cuando faltas”).

Uno de los temas más hermosos del repertorio de Céspedes, el bolero filin “Tú, ¿por qué?” alcanza cifras de verdaderas trazas eróticas cosidas a sentimientos entretejidos con los destinos venturosos del deseo: texto de redundado lirismo desde convincentes y provocadoras figuraciones: “Tal vez porque soy lluvia / que calma tu sed repetida / […] /Ahora sólo nos queda el cansancio / desnudo en la cama / riéndose de nuestras ganas”. En ese mismo tenor se elucidan “Todo es un misterio”, “Se me antoja “ o “Que tú te vas”. Filinescas enunciaciones en “Que lejos” (momento sobresaliente del disco). Francisco Céspedes. Desde el Teatro Karl Marx, placa que corrobora que la fronda del apetito de la pretensión está donde el amor, con todas sus desnudeces, ataja y abrasa precisamente a la vida.

carlosolivaresbaro@hotmail.com | @barocarls

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