La Unión Europea multó al gigante de Internet con dos mil 700 millones de dólares, cifra nunca antes impuesta a una empresa por prácticas monopólicas en el mundo digital. La cuestión principal para sancionar a la empresa tecnológica de Mountain View es la forma en que favorece a su sistema de compras por Internet a través de su propio buscador de contenidos, servicios e informaciones digitales, lo que deja en clara desventaja a sus competidores y confirma que la empresa digital no sigue ningún canon de ética a la hora de mostrar los contenidos. Es decir, es un vil negocio que se aprovecha del mercado.
Cuando un usuario buscaba una tienda virtual para realizar una compra a través de Internet, el buscador de Google mostraba en las primeras opciones su propio espacio virtual de ventas, acción que según la comisión sancionadora va en contra de las prácticas sanas de competencia. La Comisión Europea, que se encarga de legislar y aplicar las decisiones en defensa de los tratados de la UE fue tajante y le ha dado a Google un plazo no mayor a 90 días para erradicar esta práctica desleal en favor de sus propios servicios en Internet. Si el gigante de California persiste con esta mala praxis las multas continuarán con un 5 por ciento de sus ganancias diarias en todo el mundo, lo que equivaldría a unos 14 millones de dólares diarios.
Sin embargo, a pesar de las claras evidencias, Google niega estas acusaciones y va a apelar dicha multa, pero si somos puntuales, éste no es el único servicio de la misma empresa que aparece en lugares privilegiados cuando se utiliza el buscador, basta con buscar una dirección y aparece Google Maps o buscar un vuelo para que aparezca su aplicación para comparar viajes. Parece que este tema apenas comienza y será un largo proceso de ajustes y legislaciones en pro de la competencia justa y en contra de los monopolios.
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