¿Actuó solo Oswald?

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Foto: larazondemexico

El anuncio de desclasificación de los documentos relacionados con el asesinato de John F. Kennedy es una buena noticia y puede ser la ocasión definitiva para saber qué conocía la Comisión Warren sobre el magnicidio. El equipo, dirigido por el juez Earl Warren siguiendo una orden presidencial de Lyndon Johnson, llegó a la conclusión de que una única persona, el exmarine Lee Harvey Oswald, fue quien efectuó los tres disparos que acabaron con la vida del presidente de Estados Unidos un 22 de noviembre de 1963.

A raíz de toda la polémica causada por la película de Oliver Stone JFK. Caso abierto, la Casa Blanca se comprometió a comenzar a desclasificar documentos que hasta ahora eran secretos, algo que se ha ido cumpliendo, aunque el próximo jueves podríamos tener todo ese material en su conjunto.

Si especulamos sobre el contenido, es posible que nos llevemos un chasco porque lo más probable es que nos encontremos con aquellos informes y expedientes que avalan la versión oficial. Algunos de ellos ya se conocían y pertenecían a los archivos de la CIA y el FBI, pero los investigadores los han conocido parcialmente censurados.

Es muy probable que ahora podamos aclarar de una vez por todas si Oswald fue un informador del FBI como se ha especulado en no pocas ocasiones. También se ha dicho que trabajó para la CIA y se sabe que en la Agencia se guardaba un expediente sobre él, original que habría sido destruido, pero del que se tiene copia. El viaje a México de Oswald, unos pocos días antes del crimen, podría ser la clave para resolver de una vez por todas uno de los mayores misterios del siglo XX.

Las conexiones de Oswald con grupos de radicales, especialmente exiliados cubanos, sería otro de los puntos. Hablamos de equipos formados por mercenarios dispuestos a invadir Cuba para matar a Fidel Castro, pero que al final habrían decidido acabar con Kennedy por su actitud en el fiasco de Bahía de Cochinos y en la crisis de los misiles. Oswald los conocía a todos gracias a sus contactos en Nueva Orleans, especialmente de la mano de un peculiar piloto de nombre David Ferrie.

Algunos estudiosos del tema sospechan que entre lo que podría ver la luz el próximo jueves se encuentren los testimonios de los agentes de la CIA que hablaron ante el Congreso a puerta cerrada sobre lo que sabían del magnicidio. Entre los miembros de la CIA sospechosos de haber tenido algo qué ver con Dallas destacan E. Howard Hunt —uno de los fontaneros del Watergate— o George Joannides, quien trabajó en 1963 con los disidentes cubanos que querían matar a Castro. De la mano de la desclasificación de Donald Trump podría saber de una vez por todas si eso es así o no.

También podríamos encontrar correspondencia del exdirector del FBI J. Edgar Hoover alrededor del caso, un hombre que hizo todo lo posible desde el primer día para que se impusiera la teoría del asesino solitario. En este mismo terreno también se encuentran las no pocas presiones del presidente Lyndon B. Johnson tras suceder a John F. Kennedy al frente de la Casa Blanca, algo que debe haber quedado registrado en algún papel oficial.

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