Los próximos años, no tantos, eh, demostrarán el daño catastrófico que habrá hecho AMLO a este país, al convencer a millones de mexicanos de las dos últimas décadas de que quienes están con él son impolutos, y quienes no lo están son una gang de mafiosos.
AMLO es el mejor vendedor ambulante de remedios milagrosos de nuestra política. Ni siquiera debe ofrecerlos para que se los compren. Por ejemplo, no necesita defender en público a Marcelo Ebrard para que se sepa que éste es intocable por la opinión pública.
Sobre Ebrard pesa un desfalco en la Línea 12 (que inauguró sin estar lista un mes antes de abandonar la Jefatura de Gobierno) por el cual ya un adversario de AMLO estaría preso, y eso que AMLO hoy no tiene más poder que el de su lengua incendiaria en contra de quienes no están con él.
La Comisión Especial que integró la Cámara de Diputados para investigar las irregularidades en la Línea 12 concluyó que fueron cometidos los delitos de peculado, pagos indebidos, uso indebido del ejercicio público, uso indebido de atribuciones y facultades y ejercicio abusivo de funciones.
También acusó la incompatibilidad entre rieles y trenes y un costo mil 600 millones de dólares mayor al originalmente planeado. Además, el gobierno de Ebrard no comprobó gastos por 489 millones 422 mil pesos que le facilitó la Federación para la obra. Ese dinero jamás fue reintegrado a la Federación.
Y durante su gobierno, Walmart cuadruplicó sus tiendas en el DF, lo cual estuvo muy bien, sólo que fue porque Eugenio, hermano de Ebrard, era directivo de esa cadena y vio crecer su fortuna 400 por ciento de 2010 a 2012, de acuerdo con Swiss Leaks.
Swiss Leaks, un proyecto del Consorcio Internacional de Periodistas Independientes (similar a los que descubrieron los Panama Papers y los Paradise Papers), ubicó a Eugenio Ebrard en el fraude fiscal del banco HSBC, con cuentas secretas en esa institución, para evadir impuestos.
Esta semana, una exhaustiva serie de reportajes del diario 24 Horas reveló que la hija mayor de Ebrard estudia actuación y cine en una escuela de Vancouver que cuesta dos millones 621 mil pesos anuales, sin incluir gastos de hospedaje, libros, materiales de estudio, alimentos, vestido y recreación.
Otra hija estudia modas en Milán, Italia, a un costo anual de dos millones 355 mil 320 pesos. Acaba en 2019, así que terminará pagando siete millones 65 mil pesos. Otro hijo de Ebrard estudia psicología en la Universidad Westhill, a un costo mensual de 17 mil pesos.
Si se tratase de un adversario, bastaría un “quién pompó” de AMLO para que fuese quemado en leña verde. Pero Ebrard es “de izquierda”.
Sí, sí, eso:
Está vacunado.