Mientras se habla de 80 aeronaves Airbus por una empresa “barata”, el asunto chusco y de verdad, es que los rusos vienen, nos dicen desde la Casa Blanca, para incidir en la campaña electoral para el próximo presidente o presidenta.
¡Huy, qué miedo! dirían los dueños de la economía y la política en los años 60 o 70, los comunistas en México. Claro, en Rusia ya no hay comunismo, pero sí gobiernan los que eran del Partido Comunista de la Unión Soviética: PCUS. La Casa Blanca y sus agencias de espías claro que están aquí, como desde hace varios sexenios, y ni nos espantamos.
Ahora, dicen los empleados de Trump que los rusos dirigidos por Vladimir Putin están metidos, o se quieren meter, en las elecciones mexicanas, como lo hicieron en Estados Unidos.
A diferencia de hace más de 40 años, ya estarían, estaríamos, presos los militantes de la izquierda comunista y llevados a declarar con los métodos usuales de la policía política. Por cierto, ¿a qué candidato o candidata podría beneficiar Putin? ¿Y cómo para qué?
Cierto que el régimen de Rusia ha logrado avanzar en el ámbito mundial mucho más que los antecesores de la URSS, pero, ¿en qué les ayudaría a su política mundial de predominio, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, El Bronco, Margarita Zavala, Armando Ríos Piter o el propio José Antonio Meade? El petróleo en México dejó de ser estratégico como para una guerra o para enfrentar a los dueños de la economía mundial.
Buena puntada ésa de que los rusos, con la exKGB, están en la campaña, en la búsqueda truculenta de votos, en el corporativismo y clientelismo que operan en varios partidos.
Quizás en la Guerra Fría estaríamos de acuerdo en que el mundo socialista, soviético, llegara a nuestro país; pero ni siquiera, porque nos fuimos en el congreso XIX, en 1977, con Arnoldo Martínez Verdugo hacia el eurocomunismo.
Los rusos en México entonces hubiera sido un parón al sistema imperialista estadounidense y al partido único de Estado; mundo irreal.
Ahora ya ni Raúl Castro, la gran isla de Cuba y su Partido Comunista espantan a los dueños del imperialismo, y mucho menos influyen en la política mexicana. ¿Los rusos en México? Me cae que saldrían espantados del sistema político, no del económico, que ahí vamos.
Por lo pronto, Eduardo Sánchez, vocero de la Presidencia, dijo ayer: “sólo se tiene conocimiento de versiones periodísticas, de que Rusia estaría buscando intervenir en el proceso electoral de México, no hay evidencias o pruebas al respecto”.
Los rusos saldrían corriendo al ver nuestro proceso electoral. No lo entenderían. En EUA sí, porque había que hacer ganar a Trump en la lucha por el poder mundial.
