La revolución mexicana nos dejó entre otras cosas la construcción de una presidencia fuerte. El presidencialismo concebido por Venustiano Carranza y concretado por Plutarco Elías Calles.
9 días para el cambio de régimen, 4 meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, presidente electo. Organizando lo que será su presidencia fuerte, guiando a su gente en consultas, ayer el aeropuerto y ahora lo demás temas de un jalón.
Teniendo ya en sus manos el plan de seguridad donde lo central lo está poniendo en manos del Ejército con la creación de una Guardia Nacional con 50 MIL soldados y marinos bajo el mando de jefes que pasarán por un examen del gobierno de AMLO.
Serán militares, la maestra Olga Sánchez, próxima secretaria de Gobernación, dice “que son policías: policías militares, policía naval y policía federal…” “es una guardia nacional, no es ajeno, viene desde el siglo XIX”.
También en SEDENA y Marina están formando sus nuevos mandos. Veremos cómo reaccionan los salientes. No se le vaya a ocurrir enfrentarlos. Aguas con enojos silenciosos, esas no se ven, se sienten.
AMLO dijo el pasado 14 de noviembre “Vamos a dar un giro poco a poco al Ejército y para eso se necesita líder, por eso se decidió por Luis Crescencio Sandoval un general de zona, de cuartel en activo. Un cuadro nuevo con el apoyo de presidente fuerte.
“En la policía federal, salvo honrosas excepciones, hay falta de profesionalismo e integridad, lo mismo con las policías municipales y estatales decidimos apoyarnos en las fuerzas militares” AMLO 14 de noviembre.
Tiene razón, la profesionalización de las policías fracasaron, no hubo disciplina ni mandos únicos, siguieron siendo instrumentos del narcotráfico.
Va por una presidencia fuerte, como la definió Venustiano Carranza desde 1917 y se mantuvo hasta 1994. Todo el poder al presidente, las cámaras de legisladores y las organizaciones camerales de empresarios, industriales y comerciantes, de paso los partidos perdedores y aliados siendo correas de transmisión. Salvo fuerzas locales como la de Enrique Alfaro en Jalisco. Próximo gobernador.
Una superestructura la que formará el presidente: su plan de seguridad, la de los poderosos delegados y su estructura especial, sus militantes leales que dominarán al país y actuarán como un solo hombre. Su propia guardia de seguridad, con el sabor de los GAP, Grupo de Amigos del Presidente, así lo definió Salvador Allende.
Se acotarán las funciones de los gobernadores que llegaron a dominar a sus estados como grandes virreyes y ahora ser jefes civiles con funciones administrativas. Dentro de tres años empezando por la elección de Baja California tendrán sus gobernadores, de tal manera que para el inicio de su segundo trienio el presidente tendrá casi el 100% de poder, sumará los poderes estatales.