The School of Life (La escuela de la vida) es un proyecto del filósofo Alain de Botton y es merecidamente un negocio millonario, que publica libros, videos y textos útiles para navegar las mareas nada apacibles de la existencia.
Hace unos días subieron un artículo titulado: “2 razones por las que quizá sigas soltero”(http://www.theschooloflife.com/thebookoflife/two-reasons-why-you-might-still-be-single/). Después de leerlo tuve estas reflexiones:
En tiempos recientes, por razones de origen feminista y por mi propia historia de vida, pienso que el amor de pareja está sobrevalorado aunque me sienta lejos de la decepción y la desilusión. La vida me ha tratado muy bien en el terreno amoroso sobre todo en los últimos años; lo concibo sobrevalorado cuando veo a muchos y muchas que tienen vidas interesantes pero que sienten que no valen nada porque no tienen una pareja estable, porque nunca la han tenido o porque alguien los abandonó, y entonces todo el discurso sobre el sentido de estar vivos se enfoca en una sola rebanada del pastel.
La pareja vive luchas de poder nos guste o no. Quién decide, quién paga, quién domina a quién. Las relaciones igualitarias son excepcionales, aunque no imposibles. Muchas mujeres (y algunos hombres) siguen dispuestas a someterse y a entregar su poder personal aceptando que alguien les diga cómo deben comportarse si quieren recibir buenas calificaciones como novias o esposas. A mis 49 años puedo aceptar con tranquilidad que tuve relaciones de ínfima calidad en el pasado, porque tenía miedo de estar sola o porque creía que nadie me iba a aceptar con todo el paquete que yo creía ser: una madre joven, luchando por sacar adelante a tres hijos entonces niños, hoy adolescentes.
Aprendí con el tiempo que quien sabe amar no se detiene en esos “detalles” que para un egocéntrico son insoportables. Lo que intento decirles a los y las que vienen cada semana en diversos grados de desesperación porque hace mucho que no tienen pareja o porque tienen terror de hacer algo que espante al prospecto amoroso, es que no vale la pena. Que el amor simplemente ocurre y que la aceptación del otro, aunque no es automática y sí requiere de esfuerzo, es o no es. Alguien te quiere como eres o no y debería ser más sencillo darse cuenta y actuar en consecuencia. La gente a la que he amado y que me ha amado se parece en algo: me conoció, vio mi sombra y no salió corriendo, y lo mismo me pasó a mí.
Entonces todas esas noches de insomnio o días de angustia, ríos de café o de tinto compartidos con amigos charlando sobre qué hacer para que alguien nos ame, son tiempo perdido. Si deben inscribirse a clases de tango, adoptar un perro o sonreír más para encontrar el amor, es francamente trivial.
En el fondo lo único que hace falta es quererse a una misma con medida: ni demasiado ni muy poquito. Lo que es relevante si tener pareja es un anhelo, es según The School of life: Energía, compasión y curiosidad.
