El asesinato en marzo de 1994 de Luis Donaldo Colosio, hace 25 años, y en septiembre de ese año el asesinato de nuestro querido paisano José Francisco Ruiz Massieu, se convirtió en una serie de 8 capítulos pasados por la plataforma Netflix. Así como lo hizo con la película triunfadora ROMA. En lo general está bien hecha, atrae y por lo menos nos recuerda esa tragedia de la política mexicana.
En esa serie, sale el entonces coordinador de asesores del Presidente Carlos Salinas, José Córdoba Montoya, personaje cercano a Ernesto Zedillo y luego marginado por éste. Nacido en Francia, nacionalizado mexicano y hasta en el PRI estuvo.
En 1994, después del asesinato, los diputados por el PRD Jesús Zambrano y Ramón Sosamontes fuimos miembros de la comisión dedicada a dar seguimiento a las investigaciones realizadas respecto del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Y por nuestras declaraciones públicas y el trabajo para que no se diera carpetazo a la investigación, Jesús Córdoba Montoya nos demandó por daño moral.
También demandó al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas por lo mismo.
Nosotros tenemos la tesis de que Córdoba y otros habían creado el clima político-social para que pudiera darse ese asesinato.
Córdoba alegaba que por nuestras declaraciones había tenido que renunciar al Banco Interamericano de Desarrollo. Y de paso nos usaron para marginarlo en definitiva del gobierno federal y del poder político. Le hicimos algo de justicia a Colosio y a Diana Laura, su esposa.
En pleno sexenio de Zedillo, Carlos Salinas vivía en Irlanda y Raúl, su hermano, preso acusado de autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu.
El ministro Humberto Román Palacios, de la Suprema Corte de Justicia dictaminó: “Dicho juicio es improcedente porque los diputados se encuentran amparados por la inmunidad que les otorga el articulo 61 Constitucional, independientemente de que hubieran sido hechas fuera del recinto parlamentario”.
O sea le ganamos legalmente al entonces poderoso José Córdoba Montoya, que sale en la serie televisiva del asesinato de COLOSIO.
Ejercimos nuestro derecho a hablar sin ser reconvenidos. El fuero bien usado ayudó al poder Legislativo.
El 30 de octubre de 1996, los diputados del PRD sostuvimos un encuentro al que lo citamos en la Cámara, para que expusiera su responsabilidad, o no, en el asesinato de Luis Donaldo.
Qué le dijimos a Córdoba Montoya en uno de los salones de la Cámara de diputados : “…yo sostengo que .. fueron ustedes en el gobierno pasado quienes posibilitaron ese asesinato de Estado… Ustedes son responsables del asesinato, de Luis Donaldo Colosio…”
Jesús Zambrano dijo: “…Tengo la convicción plena de que usted tuvo alguna responsabilidad (en el asesinato de Colosio) y que espero que el Ministerio Público la ubique…”
