Mañana es Día de la Madre, y una de las peores pesadillas que se puede tener cuando se tiene hijos es que algo les pueda suceder a nuestros niños o adolescentes. Todavía más duro es cuando los hijos se hacen daño y ellos mismos se quitan la vida.
Lamentablemente, el suicidio es un acto complejo debido a que está rodeado de toda una serie de condiciones que están vinculadas a estados de ánimo como estrés, sufrimiento, violencia, angustia, entre otras. Y, sin duda, en la adolescencia se tienen muchos cambios que afectan los estados de ánimo.
En septiembre de 2018, el Inegi reveló que en México el número de defunciones por suicidio que se registraron de 2010 a 2016, era de 41 mil 321 casos; un promedio de cinco mil 903 anuales, lo que equivale también a un promedio de 16 casos al día.
De los 41 mil 321 casos registrados, en mil 525 la persona que cometió el acto fue un adolescente de entre 10 y 14 años.
Mientras que para el grupo de 15 a 19 años de edad la cifra era mucho mayor, con cinco mil 546 casos. En el segmento de 20 a 24 años de edad, la cifra de suicidios fue de seis mil 489 casos.
El aumento de casos niños y adolescentes que se quitan la vida es preocupante. Este fenómeno va de la mano de un factor que hasta hace no mucho era poco considerado: el avance tecnológico.
El desmedido uso de las redes sociales que los jóvenes tiene todo tiempo a la mano de su teléfono celular, ha provocado altos niveles de ansiedad. Se sabe que uno de cada tres millennials sufre acoso o ciberbullying, lo que aumenta sus niveles de estrés y depresión.
En Estados Unidos se hizo un estudio reciente en el que se demuestra que el suicidio ha incrementado dramáticamente. No sólo por los jóvenes que cada día consumen más opiáceos, también se ha encontrado una relación directa entre el suicidio adolescente y lo que estos jóvenes ven en redes sociales y televisión.
El estudio publicado en el Journal of American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, se relaciona la serie de Netflix con los suicidios, parte de los datos recogidos por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades entre 2013 y 2017, en donde se registraron 180 mil 655 muertes por suicidio en Estados Unidos.
La tasa de casos en menores de entre 10 y 17 años aumentó en abril de 2017 un 28.9 por ciento más que la predicción creada con base en las cifras de los años anteriores.
Fue la tasa más alta de cualquier mes de los cinco años estudiados. Después de este pico, se registran tasas significativamente más altas en junio y diciembre de 2017.
La media antes del estreno de la serie Por trece razones era de 116 mil 29 suicidios adolescentes al mes; mientras que en los meses posteriores fue de 149 mil 56 casos al mes.
No han encontrado un aumento en las demás franjas de edad, lo que “comprueba” que va en la línea de trabajos previos, según los cuales, “los más jóvenes pueden ser particularmente vulnerables al contagio del suicidio”.
El impacto que ha tenido una serie de la plataforma Netflix es alarmante.
El serial, que tuvo altísimos índices de audiencia entre los jóvenes Por trece razones (13 Reasons why), en la que una adolescente graba en 13 cintas las causas por las que decide quitarse la vida, es relacionada por expertos con el aumento reciente de suicidios en jóvenes.
Y es que un mes después de su estreno en Estados Unidos, el pasado 31 de marzo de 2017, los casos entre los jóvenes de 10 a 17 años aumentaron un 28.9 por ciento en todo el país.
Si bien es cierto que no se puede establecer una relación causal, expertos en el tema aseguran que este fenómeno muestra el peligro que representa que en los medios de comunicación se presente el tema en términos idealizados.
De acuerdo con Gustavo Turecki, experto sobre la correlación entre el suicidio y las enfermedades mentales y director del Departamento de Psiquiatría en la Universidad McGill en Canadá, por lo menos 90 por ciento de las personas que se suicidan padecen una patología mental. Entre estas patologías destaca por mucho la depresión mayor.
Por lo pronto, Netflix respondió a través de un comunicado que están “analizando” el estudio, ya que entra en conflicto con otro informe publicado por la Universidad de Pensilvania, que concluía que la serie podía reducir el riesgo de suicidio, aunque se refería a adultos de 18 a 29 años.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México, el suicidio constituye la tercera causa de muerte en jóvenes de 15 a 19 años de edad.
Entre 1970 y 2007, el porcentaje de suicidios juveniles se incrementó en 275 por ciento. Se estima que por cada persona que se quita la vida, existen 20 que lo intentan.
De acuerdo con el psicólogo Luis Miguel López Cuevas, el trastorno depresivo unipolar constituye uno de los padecimientos causales de discapacidad y mortalidad, además de ubicarse en la tercera posición de causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hace 15 años, la OMS catalogaba al suicidio como un problema global de salud pública “prevenible”; sin embargo, las tasas de muerte autoinflingida no disminuyeron, se han incrementado.
La misma OMS asegura que cada 40 segundos una persona se quita la vida, mientras que por cada muerte por suicidio se estima que hay 20 intentos.
Cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que más de 65 mil personas se suicidan anualmente en el Continente Americano.
La adolescencia es una etapa muy difícil para los jóvenes y sus padres, pero todavía lo es más en esta época. Los cambios hormonales, la exigencia que se imponen por aparecer bien en las redes sociales, el acoso y bullying los puede hacer muy vulnerables.
Y es justo ahora con los hijos adolescentes con los que se tiene que estar más atento. Muchas veces se tiene que descubrir lo que le pasa a los chavos sin que ellos lo expresen, porque casi siempre que tienen conflictos intentan que los padres no se den cuenta.
Esta época con la revolución digital y las nuevas tecnologías, se tienen muchas ventajas, pero también nos hemos vuelto mucho más expuestos.