Corrupción, el mal de todos los pueblos

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La corrupción es un mal que aqueja no sólo a México, es como un virus que se propaga en todo el mundo y ataca sistemas, gobiernos y sociedades que, desgraciadamente, algunas se acostumbran a esa forma y modo de vida distorsionado con la premisa de que sólo así funcionan las cosas y que no hay manera de detenerlo. En México, inclusive, algunos consideran que “es un asunto de idiosincracia y cultura”.

Este cáncer que vulnera la estructura social mantiene a México como uno de sus principales exponentes en el mundo, razón por la cual el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tenido que librar una fuerte batalla para destruir esa estructura de corrupción que se ha consolidado durante las últimas tres décadas en el país, donde gobiernos de derecha la habían consolidado para mantenerse en el poder.

Además de México hay otras naciones, sobre todo de America y África, donde la corrupción parece no tener fin, por esos vemos a expresidentes y funcionarios de todos los niveles enfrentando procesos judiciales para que rindan cuentas por lo que hicieron durante sus mandatos.

En ese sentido, en los últimos días supimos cómo en Puerto Rico, territorio ocupado por Estados Unidos, la prensa informó sobre un chat privado del gobernador Ricardo Roselló, quien con otros funcionarios hacía comentarios soeces y se burlaba de tragedias devastadoras, como la ocurrida en 2017, cuando un huracán impactó esa isla, y esto ha sido un detonante para que los boricuas salgan a las calles y exijan la renuncia del gobernante, por la corrupción de su administración.

Hasta que se conocieron esas comunicaciones privadas, la sociedad de ese país ha tomado las calles para protestar por la corrupción de su gobernante.

Las manifestaciones públicas no han cesado en esa isla del Caribe, en las que han participado lo mismo escritores, periodistas, políticos y artistas para exigir respeto y honestidad.

Nunca antes se habían visto movilizaciones tan intensas en la llamada “Perla del Caribe”, y este movimiento sin colores políticos y sin rostros oficiales mantiene al gobernador escondido en la residencia oficial, conocida como La Fortaleza, mientras que los reclamos públicos continúan por su pésima administración.

Y aunque este es un hecho histórico para el pueblo boricua, hay un sinnúmero de naciones que enfrentan los males de la corrupción, desde España, donde se destaparon actos que afectaron al gobierno del Partido Popular y tocaron instituciones tan importantes como la familia real, hasta Rusia, donde se registró una movilización de más de 20 mil personas en Moscú para protestar contra la corrupción gubernamental.

Estos hechos que se viralizan rápidamente en las redes sociales digitales nos hacen reflexionar sobre el fenómeno de corrupción, la cual se aprende y se fomenta para mantener el poder político y económico.

En México la aceptación de la corrupción es tan alta que debemos entender que es una acción que se debe combatir desde muchos frentes.

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