Recientemente celebramos el octavo aniversario de la creación de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).
Desde 1988, la cooperación internacional ha sido uno de los principios rectores de la política exterior de México, consagrados en la fracción X del artículo 89 de la Constitución. Más allá de ello, el Presidente López Obrador ha ubicado a la Cooperación Internacional como una prioridad de su Gobierno, y la AMEXCID se ha convertido en un catalizador para la transformación del país.
En esta administración, la cooperación internacional ha sido la vía para atender el fenómeno migratorio. El objetivo del Presidente López Obrador es que al término de su gobierno migrar sea una opción y no una necesidad. Por ello, desde que fue elegido Presidente planteó la necesidad de crear, con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), así como con los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala, un Plan de Desarrollo Integral (PDI) con una clara perspectiva de desarrollo regional y de derechos humanos. Su compromiso fue claro: ofrecer cooperación al norte de Centroamérica; países con los que tenemos estrechos vínculos por vecindad, cercanía, cultura e historia compartida.
Por instrucciones del Presidente López Obrador y del canciller Marcelo Ebrard Casaubón, a la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) corresponde, junto con autoridades de los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras, crear los mecanismos e instrumentos que permitan enviar recursos económicos y acompañamiento técnico directamente a los beneficiarios, agricultores y jóvenes en los países que conforman esta región de desarrollo. El reto que tiene la AMEXCID no es menor. Se destinaron 90 millones de dólares del Fondo México para la creación de 20 mil empleos en cada uno de los tres países. A pocos meses de iniciar las negociaciones, el trabajo conjunto comienza a rendir frutos.
En línea con los retos planteados en la nueva visión de la migración, basada en el Pacto Global firmado en Marrakech, y en línea con el PDI, la agencia trabajó en un proyecto de cooperación de 60 millones de pesos para mejorar las condiciones con las que el Gobierno de México recibe a las personas migrantes extranjeras, en colaboración con el Instituto Nacional de Migración (INM) y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Dicho proyecto tiene dos vertientes principales: favorecer la protección del interés superior de niñas y niños migrantes, así como mejorar las condiciones de espera en los centros y albergues migratorios en todo el país.
Al mismo tiempo, la AMEXCID trabajó con la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC) del Gobierno de EU, para buscar proyectos atractivos al sector privado, a fin de generar desarrollo y bienestar en México. Al término de este primer año, OPIC ha otorgado 187 mdd para microfinanciamientos a mipymes.
Esto es sólo un breve esbozo de cómo la AMEXCID ha contribuido, bajo el liderazgo del canciller Marcelo Ebrard Casaubon, a la transformación de México. Sin embargo, para seguir haciéndolo al ritmo que el país lo demanda, la AMEXCID también deberá transformarse y modificar su estructura interna para implementar de manera ágil los nuevos programas de cooperación internacional que se ha propuesto el Presidente López Obrador a Centroamérica y el Caribe.
Se espera que este sea apenas el comienzo de una nueva etapa del modelo mexicano de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Cuarta Transformación.