EU pierde la brújula

5ece20339d576.jpeg
Foto: larazondemexico

Las noticias de los últimos tiempos han sido caóticas. De estar de lleno siguiendo el proceso de impeachment contra Trump, estuvimos a nada de un conflicto militar internacional de inmensas proporciones. Y ahora estamos de regreso al juicio de destitución mientras ni los iraníes saben qué sucedió en la cabeza de Trump.

El asesinato del general Soleimani fue un desatino. No sólo provocó una respuesta violenta de Irán, para la que EU no parece haber estado preparado, sino que vino en un momento en el que más que ayudar a la figura de Trump, abonó los cargos en su contra y a la percepción de caos e improvisación en su política exterior.

A Trump se le acusa de abuso de poder y obstrucción de la justicia, y sus acciones no hacen más que confirmar las sospechas de que es su modus operandi. Para empezar, durante el proceso en la Cámara de Representantes —de mayoría demócrata— Trump se encargó personalmente de evitar que testigos clave comparecieran y se negó a facilitar documentación sobre el caso. Esto suena a obstrucción de la justicia. Nancy Pelosi perdió la batalla al no lograr que personas como Bolton testificaran en un terreno por ella dominado. Ahora, parece que ha renunciado a buscar un acuerdo con el Senado para que el juicio incluya testimonios que podrían forzar la mano de los republicanos más moderados en favor de la destitución. Al pasar el juicio al Senado —de mayoría republicana— la suerte está echada y la absolución parece inminente.

En cuanto al cargo de abuso de poder, podemos mencionar no sólo el hecho de que Trump inició una acción militar sin consultar con nadie, cosa por demás irregular, sino que ha alineado a su partido en el Senado para absolverlo sin importar nada que pueda decirse o mostrarse. En un acto de cinismo y flagrante violación de la justicia y la transparencia, el líder del Senado, el republicano McConnell, ha declarado abiertamente que actuará alineado con la Casa Blanca y que tiene ya, a priori, los 51 votos necesarios para declarar inocente al presidente. ¿Esto es un juicio justo? El Senado debe actuar como un jurado imparcial y ahora, por presión presidencial, no sólo se niega a escuchar a testigos y analizar evidencia, sino que adelanta su fallo en un evento que avergüenza a un país que se jactaba de su aparato de justicia procedimental a prueba de balas. Si esto no es abuso de poder, no sé ya qué podemos entender con estas palabras.

Algunos hablan de cómo tratará la historia a Trump y al Partido Republicano por estas acciones, pero creo que eso queda en una idea romántica del pasado. Un pasado en el que el honor y la lealtad a la patria significaban algo. Hoy por hoy, podemos imaginar la sonrisa socarrona de Trump al saberse inmune y por encima de la ley.

Temas: